El listado de expedientes temporales de empleo (ERTE) en el sector de la cerámica vuelve a crecer. Y por primera vez, con una empresa que lo hace por partida doble. En semanas anteriores ya presentó una solicitud y esta semana ha sumado un nuevo expediente, que afecta a un colectivo de personas trabajadoras distinto del anterior. En esta ocasión, los empleados afectados son 212 en total para una suspensión de contratos de 214 días por causas productivas.
La suma de ERTE presentados en Empleo de la Generalitat en este año son 33, con un total de 4.672 asalariados. Incluidos los expedientes del mes de diciembre, que según la patronal Ascer fueron cuatro empresas con 459 trabajadores, se rebasa la barrera de los 5.000 empleados afectados, con una suma de 5.131.
Ayudas del Gobierno
Por otro lado, la Unión Europea ya ha autorizado las ayudas del Gobierno español para las empresas con grandes consumos de gas natural, como la cerámica. Una medida que inyectará hasta 400.000 euros por empresa azulejera y que ha recibido el visto bueno de Bruselas dos meses después de aprobarse. Para el secretario general de Ascer, Alberto Echavarría, «el sentido de urgencia no es el mismo para todos». La patronal espera que pronto se pueda cobrar el importe.
Cada país de la UE ha elaborado un listado de medidas para hacer frente a una crisis energética que se ha agravado con la invasión a Ucrania por parte de Rusia. Pese a que estas ayudas corresponden a los gobiernos, es Bruselas la que debe dar el visto bueno, para evitar medidas que afecten a la normal competencia. La solución adoptada por el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez fue destinar 125 millones de euros a las compañías gasintensivas, entre las que se incluye la cerámica, con una ayuda directa de 5.000 euros por cada trabajador, con un tope de 400.000 euros.
La medida, a la que se han acogido cerca de 100 empresas de baldosas y ladrillos cerámicos, fue acogida con tibieza por parte de Ascer, que además de la inyección directa de liquidez reclamaba otro tipo de actuaciones para intervenir el precio del gas. Algo que se ha hecho para el gas destinado a la generación eléctrica, pero no para aquellas empresas que necesitan de esta fuente energética para seguir funcionando.
