La asociación de ucranianos Kalyna continúa con el reparto de ayuda a 80 familias desplazadas de Ucrania en Castellón. Algo que ha sido posible gracias a la colaboración de centros y entidades, como el colegio Ramiro Izquierdo de Castellón, que ha donado una cantidad económica, con la que se han adquirido tarjetas regalo, además de la contribución de la familia Pellicer de Castelló, que aportó productos alimentarios, el Banco de Alimentos y la Diputación de Castellón, que aportó productos de higiene y sanitarios. Es el séptimo reparto que se realiza, pero ha sido el más completo. En los primeros, participó también la Iglesia Adventista rumana, ubicada en la calle Lepanto, que además, contribuyó con una paella solidaria y a salidas de excursión con niños de Ucrania, así como personas solidarias de Castellón. Al principio, los envíos se focalizaban hacia Ucrania pero, con el tiempo, se dieron cuenta de las necesidades existentes en Castelló, con lo que están contribuyendo a ayudar a las familias desplazadas.

No obstante, desde la asociación manifestaron: "Estamos muy preocupados porque entramos en verano y será más difícil todavía hacer estos repartos. Son meses de vacaciones y pese al cierre del almacén de Diputación, la ayuda sigue siendo necesaria". Por ello, quieren recordar que sigue siendo necesaria la ayuda y que los donativos serán bien recibidos.

Asimismo, "estamos trabajando con Caritas y, gracias a ellos mayores y niños están recibiendo clases de castellano", señalaron. "Ahora están intentando encontrar voluntarios en julio para seguir dando clases". Desde la entidad quieren agradecer la contribución desinteresada de todas aquellas personas que se están volcando con los desplazados.