María Martí, social media manager, con 25 años y residente en Vila-real. Después de haber estudiado publicidad y periodismo se trasladó a vivir y trabajar a Barcelona, de alquiler, «por supuesto», afirma. Con la llegada de la pandemia del coronavirus, que tantas vidas ha cambiado, y ante la posibilidad de teletrabajar, esta vila-realense relata que optó por regresar en principio a Castellón y, en segunda y definitiva instancia, a su ciudad natal. «Los alquileres en Barcelona son carísimos y apenas me permitían ahorrar», cita entre las razones para la vuelta. «Mi novio y yo decidimos alquilar un piso en Vila-real, donde he crecido», apunta, para añadir:«Optamos por el alquiler, aunque los dos trabajamos y tenemos un sueldo, porque somos muy jóvenes y nos parece más sensato arrendar; vivir por ahora sin las responsabilidades que implica comprar una casa, sin tener que estar atados a una hipoteca».
