Vivir es más caro que nunca. Gestos tan cotidianos como coger el coche para ir a trabajar, llenar la nevera, poner la lavadora o encender el aire acondicionado jamás habían costado tanto dinero. La inflación galopante (el IPC cerró junio en España en el 10,2% respecto al año pasado) está provocando un enorme agujero en el bolsillo de las familias y, aunque los salarios también crecen (hasta abril lo han hecho una media del 2,48%), la cruda realidad es que el incremento está a años luz de la subida del coste de la vida.
Los hogares de Castellón está haciendo frente al monstruo de la inflación echando mano ya de los ahorros y lo llamativo es que la cantidad no es lo suficientemente grande como para darle la vuelta al saldo acumulado. Y es que, contrariamente a lo que se podría esperar, el dinero que familias y empresas de la provincia tienen en el banco sigue marcando un récord. Al cierre del primer trimestre de este año, y según los últimos datos del Banco de España, el saldo acumulado en depósitos ascendió a 16.646 millones de euros, 118 millones más que en diciembre del 2021. O lo que es lo mismo: a lo largo del primer trimestre, el sector privado metió en la hucha una media de 1,3 millones de euros al día y eso pese a que el IPC cerró marzo en el 11,9%, la tasa más alta desde hace casi 40 años. Familias y empresas de Castellón guardan en las entidades financieras 14.650 millones de euros y el ahorro ha engordado en casi 1.400 millones en comparación con los niveles previos al estallido de la pandemia. Y la explicación, a juicio de los economistas, radica en que las inversiones alternativas como la Bolsa o la renta fija apenas dejan margen para la rentabilidad.
La subida de tipos que llega
A pesar del actual volumen de depósitos de los hogares (en el conjunto del país el ahorro de familias y empresas también marca un récord y alcanza los 1,3 billones de euros) el grueso del sector privado aboga por mantener su dinero en cuentas corrientes frente a los tradicionales depósitos a plazo. Unos depósitos que, salvo escasas excepciones, tienen una nula rentabilidad financiera. No obstante, las cosas podrían empezar a cambiar, ya que el Banco Central Europeo ha anunciado un incremento de los tipos de interés, en dos fases y a partir de julio, como reacción ante una inflación sin pausa. Y eso, a medio plazo, podría acabar beneficiando a los ahorradores.
Lo que sí da señales de freno en Castellón es el crédito. El saldo en vigor al cierre de marzo fue de 10.776 millones de euros, 42 millones menos que a finales del 2021 y casi 600 millones menos que en el tercer mes del pasado ejercicio. Un crédito que todos los expertos dan por sentado que será más caro en los próximos meses y, en consecuencia, también lo serán las cuotas para las hipotecas contratadas a tipo variable.
Así, como los bancos saben que les va a costar más caro tomar dinero prestado del Banco Central Europeo, han empezado a cobrar más por el dinero que conceden para hipotecas, ya que se trata de préstamos a muy largo plazo. Y eso explica porqué el euríbor ha regresado a terreno positivo por primera vez desde 2016.
