La confirmación de las autoridades de que los vecinos de Bejís y Torás ya podían regresar a sus casas después de haber pasado lo peor del grave incendio forestal que azota el Alto Mijares supuso un importante alivio, aunque existía la duda sobre el funcionamiento de los servicios básicos, algo de lo que tuvieron que ocuparse desde el primer minuto sus responsables municipales. El más básico es la electricidad. La alcaldesa de Bejís, María José Madrid, explicó que técnicos de Iberdrola «hicieron las comprobaciones, y todo está correcto, con la excepción de un transformador que se quemó y tiene que cambiarse».
Su homólogo de Torás, Carlos del Río, mencionó que la luz «está bien menos en algunos puntos, al quemarse las torres, pero los operarios estaban arreglando desde la mañana». Más logística requirió el suministro de agua. En Bejís desde el viernes se hicieron labores de llenado del depósito y reparar un tramo de 150 metros de conducción en la aldea de los Pérez. Por el momento no se recomienda el consumo humano, a la espera de tener las garantías. Por eso se hizo el reparto de garrafas para los primeros que regresaron.
Basura y señales
En Torás había otras necesidades, como recoger la basura acumulada a principios de semana, o incluso disponer de señales y cintas de baliza para impedir el paso en las construcciones más dañadas por el fuego.
En cambio, volvieron a funcionar las farmacias, tiendas y bares. Una actividad que por el momento «irá a medio gas, porque no hay acceso a internet y los establecimientos necesitan estar conectados para el cobro con tarjeta», comentó el alcalde de Torás. Tampoco van los cajeros automáticos.
