Al sector citrícola de Castellón la alegría le ha durado menos de dos meses. El 14 de julio entraba en vigor la normativa que obliga a Sudáfrica a aplicar el tratamiento en frío (cold treatment) a todas las naranjas que exporta a los países de la UE. Un mecanismo que a los productores españoles les costó años conseguir y que garantiza que la fruta procedente del país africano entra libre de plagas como, por ejemplo, la falsa polilla. El problema es que Sudáfrica se está saliendo con la suya (aplicar el tratamiento encarece los envíos) y, tal y como ha constatado el Comité de Gestión de Cítricos (CGC), incumple sistemáticamente los controles sanitarios. Los productores valencianos ya han movido ficha y, además de proponer la interposición de una demanda, reclaman la dimisión de los responsables de la Comisión Europea (UE) encargados de velar por el cumplimiento de la normativa.
Si el miércoles fue el Comité de Gestión (la patronal que agrupa a los grandes exportadores españoles de cítricos), quien denunciaba las trampas de Sudáfrica y pedía a Bruselas hacer cumplir la normativa comunitaria, ayer eran las organizaciones agrarias las que montaban en cólera. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha anunciado que va a proponer a la interprofesional citrícola Intercitrus interponer una demanda contra la Comisión Europea e, incluso, solicitó la dimisión de todos los responsables si, finalmente, se confirma que hay un incumplimiento en la aplicación del tratamiento en frío en los cargamentos de naranjas procedentes de Sudáfrica.
«Durante agosto y, a partir de informaciones emitidas por las autoridades sudafricanas, buena parte de los envíos de naranjas de Sudáfrica estarían descargándose en puertos europeos sin adoptar el tratamiento en frío», ha explicado Cristóbal Aguado, presidente de la organización. Aguado ha ido más allá al apuntar que existen «serias sospechas de que los importadores han consentido la llegada de cargamentos que solo fijan la temperatura en el ambiente del contenedor, en lugar de en la pulpa de la naranja, que es donde se localizan las larvas».
Seguridad fitosanitaria
El presidente de AVA añadió que, si se demuestra el «escándalo», lo primero que deberían hacer los responsables es dimitir de sus cargos. «No solo están humillando a los agricultores europeos, que son los que les pagan sus sueldos. No solo están poniendo en peligro la seguridad fitosanitaria del continente, sino que también están cometiendo un fraude de ley al desentenderse de sus propias normativas», argumentó. Mientras, Asaja y el Copa-Cogeca (entidad que aglutina las principales organizaciones profesionales agrarias y cooperativas de la UE) han elevado ya este asunto a nivel comunitario para reclamar la plena aplicación del tratamiento en frío y extenderlo a mandarinas y pomelos.
Quien también se ha pronunciado es la Unió de Llauradors, que ha reclamado un sistema de frío unificado para todas las importaciones y países.
Y mientras las pruebas de que Sudáfrica se salta la normativa europea resultan cada vez más evidentes, los cítricos procedentes de este país invaden los lineales de los supermercados de Castellón. En muchos establecimientos de la provincia es posible estos días comprar mandarinas de la variedad Nadorcott a 2,79 euros el kilo. El limón cotiza a unos 2 euros.
Las interceptaciones de fruta con plagas aumentan un 41%
Sudáfrica no cumple con la normativa y cada vez llegan a Europa más cítricos con plagas. Lo denuncia la Unió de Llauradors, que revela que hasta agosto las interceptaciones de naranjas con plagas en frontera de la UE procedentes de países terceros han crecido de nuevo un 41% en una espiral ascendente que no tiene fin.
Hasta agosto se habían detectado 110 rechazos fronterizos por presencia de plagas por los 78 del 2021. De entre todos, destaca el gran incremento de Brasil, que ha pasado de las 9 del año pasado a 58.
