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EDUCACIÓN

Paradojas en la universidad: Sobran estudiantes de periodismo... y faltan ingenieros y médicos

El mercado laboral de Castellón demanda más informáticos, químicos, ‘teleco’ o sanitarios, que titulados en arte o en humanidades

Imagen de archivo de una feria de orientación laboral. Los universitarios tienen menor tasa de paro que la media. Luis Eduardo Noriega A.

Sobran graduados en humanidades y arte pero faltan ingenieros y médicos. Así podrían resumirse los desequilibrios en el mercado laboral castellonense en la educación superior. Una situación que no difiere mucho del ámbito estatal. Aunque los titulados universitarios tienen menores tasas de paro que la población en general, lo cierto es que todavía existe un desajuste entre formación y empleabilidad.

Desequilibrio

Javier Valls, jefe de la bolsa de empleo de la Cámara de Comercio de Castellón, señala que el porcentaje de titulados universitarios de la población activa española se sitúa ligeramente por encima de la media de la Unión Europea. Sin embargo, indica, «cuando descendemos a las diferentes especialidades, nos encontramos, de un lado, déficit de graduados y, de otro, profesionales con estudios universitarios que tienen dificultades de acceso al mercado laboral, y esto responde a un desequilibrio entre la oferta y la demanda».

Dónde faltan titulados

Bajo el prisma de Valls, las que tienen más oportunidades laborales, por una alta presencia en la oferta laboral y un volumen bajo de titulados, se localizan en las ingenierías, como informática, telecomunicaciones, químicas, entre otras, señala. En el ámbito científico-sanitario, como medicina o farmacia, también se detecta un porcentaje de titulados moderado y una demanda media o medio-alta en el mercado laboral, añade.

Por su parte, Pilar Trilles, directora de la oficina de Adecco en Castellón, señaló que las titulaciones universitarias más demandadas y deficitarias en Castellón están siendo arquitectura técnica, así como ingenierías química, industrial; mecánica, en sistemas informáticos así como las relacionadas con el sector sanitario, como Medicina y Enfermería.

Equilibrio o superávit

«En un tercer nivel nos encontramos con aquellas titulaciones en las que oferta y demanda está equilibrada o, incluso, hay un mayor número de los que es capaz de absorber el mercado laboral, como son los estudios de humanidades y algunas de carácter jurídico-social, como periodismo, comunicación audiovisual, sociología, ciencias políticas, derecho, trabajador social», concluye el experto de la Cámara.

En esa línea, Trilles señaló que las titulaciones superiores que tienen superávit de profesionales en Castellón o menos ofertas de dicha especialidad son conservación y restauración, Bellas artes, filosofía y literatura, información y documentación, arqueología y lenguas modernas.

A nivel estatal

Distintos estudios estatales coinciden en esta lectura. Por ejemplo, un informe de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) refleja que los titulados de Ciencias de la Salud y las ingenierías tienen mayor demanda, mientras son menores las oportunidades para los de humanidades y ciencias sociales, ya que solo el 14% y el 20% de los egresados, respectivamente, logra un índice de inserción laboral por encima de la media. Las tasas de afiliación a la Seguridad Social varían del 92,1% de Medicina al 51% de Bellas Artes; el desempeño de ocupaciones propias de universitarios oscila del 99,7% de Medicina al 14% de Turismo. 

Antídoto contra el paro

No obstante, los titulados universitarios tienen mejores niveles de empleabilidad que la población en general. Según la Fundación CYD, en 2020 comparada con el conjunto de población de 25 a 64 años, la tasa de actividad de los universitarios era un 10,5% mayor, la de empleo un 16,4% superior, y la tasa de paro un 32,4% inferior.

'Soft skills' e idiomas

Aunque según Valls, la posesión de una titulación universitaria no es garantía de empleo, sí es un factor destacado por las empresas a la hora de seleccionar a sus empleados. No obstante, unido al título se exigen otra serie de competencias ya sean personales o técnicas, que varían en función del puesto a ocupar, pero que llegan a tener un valor determinante para desempeñar un trabajo, como los conocimientos de idiomas o las competencias blandas o soft skills, como son la creatividad, la capacidad de trabajo en equipo, el manejo del estrés, la gestión de conflictos, la resolución de problemas, el liderazgo, la flexibilidad o la adaptación al cambio, entre otros, añade. 

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