El distrito único divide a la escuela pública y concertada en Castellón

Educación saca adelante la medida con sindicatos y las Ampa de la pública en contra

Conselleria defiende la libertad de elección y garantiza la igualdad y movilidad del alumno

Imagen de archivo de escolares.

Imagen de archivo de escolares.

La Conselleria de Educación presentó ayer ante los sindicatos de la mesa sectorial el proyecto de decreto de admisión del alumnado en los centros valencianos desde Infantil a Bachillerato, que polariza de nuevo la educación pública y concertada, volviendo al modelo implantado por el PP en el curso 2013/14, y que el Botànic cambió en el curso 2016/17. En la provincia, la medida afecta a CastellóVila-real, la Vall d’Uixó, Benicàssim y Vinaròs, que dividen sus distritos con oferta de centros públicos, concertados, con jornada continua o partida en cada uno. 

La medida, que prevé implantarse el próximo curso, solo cuenta con el apoyo de la educación concertada, y el muro de familias y sindicatos de la pública. La polémica reside en que los colegios podrán asignar un punto que será clave para admitir o no a los alumnos, en un sistema que ahora da preferencia a la escuela de barrio, con más puntos. El modelo que quiere reponer el PP elimina estos criterios de proximidad para dar «más libertad a las familias para escoger, garantizando la igualdad de oportunidades al alumnado, eliminando barreras geográficas y facilitando la movilidad social», como dijo ayer el director general de Centros Docentes, Jorge Cabo. 

La Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos se mostraba «totalmente a favor», al entender que es «una ampliación efectiva de la libertad de elección de las familias para el ejercicio de sus derechos». «Hay un nuevo clima de recuperación de libertad y derechos», apuntaban. 

Posturas polarizadas

Desde la pública, la visión es antagónica. Pep Albiol, presidente de Fapa Castelló, pidió ayer «la retirada de la propuesta normativa, por segregadora y claramente perjudicial para el alumnado al derivarlo a la concertada». Y, según Albiol, «deja claro el modelo educativo de la nueva Conselleria y que, además, puede crear precedente para crear zonas escolares supramunicipales», explicó.

Desde los sindicatos, se ve más o menos igual. Stepv, el sindicato mayoritario, criticó que el distrito único «trata de favorecer a la concertada y promueve la segregación, disfrazada de la libertad de elección». Anpe reclamó a la Conselleria una admisión «equilibrada, sin discriminaciones y priorizando la educación pública», mientras, el Csif urgió «garantías para las plazas docentes».