Tres tiendas de moda, panaderías, relojerías, jugueterías, carnicerías, joyerías o perfumerías echaron el cierre cada semana en la provincia de Castellóndurante el recién clausurado 2023.
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La silenciosa sangría del pequeño comercio pierde velocidad aunque continúa imparable. Un éxodo cuya invisibilidad apenas consiguen romper las desapariciones, sea cual sea el motivo, de históricos establecimientos. Aunque aún fuera de cualquier estadística, pues se producirá este año, Reverter ha sido el último emblema en anunciar su cierre en Castelló, aunque echando la vista atrás se suman otros muchos como el centro de sonido Marton.
Afecta a ciudades y pequeños municipios
La situación no es exclusiva de la capital de la Plana ni de las grandes localidades, ya que las pequeñas sufren especialmente las clausuras al perder con ellas gran parte o incluso toda su oferta comercial. Esto obliga cada vez más a tener que coger el coche para poder comprar, por ejemplo, pescado fresco o adquirir un regalo.
La estadística de la Seguridad Social es la que permite poner números de forma más inmediata a a la crisis del sector minorista. Durante el 2023 la provincia de Castellón perdió 153 autónomos dedicados al comercio de proximidad, lo que equivale a tres a la semana, pasando de 10.001 a finales del 2022 hasta los 9.848 actuales.
Ahora bien, lo que más preocupa es la tendencia sostenida en el tiempo que lleva a que cada vez sean menos las tiendas de barrio en las que la persona de detrás del mostrador llama con nombre propio a cada cliente.
En mínimos
Los autónomos de este ámbito, según la misma estadística, tocaron suelo al cierre del 2023 en el territorio provincial respecto a la última década. En 2014 un total de 11.198 trabajaban en este sector. Un dato que se recorta hoy en 1.348 personas.
Aunque desde el sector evitan instalarse en el pesimismo, confirman que se siguen bajando persianas. La secretaria general de Confecomerç Castellón, Tere Esteve, atribuye los cierres a distintos motivos. Uno de ellos es el alza de los costes: «Levantar la persiana se ha encarecido mucho con la factura de la luz más elevada o los alquileres más altos», concreta.
No obstante, el auge de las compras on line configura el principal reto para los establecimientos tradicionales. «Tratamos de adaptarmos y desde nuestra entidad apoyamos que los comerciantes entren a internet, aunque competir en precios con las grandes plataformas es casi imposible», asegura Esteve. La secretaria general de Confecomerç Castellón menciona también a la falta de relevo generacional como motivo de cierre de establecimientos, «sobre todo cuando los beneficios son más justos o son sectores que requieren mucho esfuerzo».
La organización, para tratar de poner coto a la sangría, insta a las administraciones a activar «campañas efectivas» de apoyo, como pueden ser los bonos comercio o en materia de fiscalidad.