Informe del Consejo General del Poder Judicial

Cuatro de cada 10 divorcios de Castellón son ‘a malas’

La provincia suma 1.270 demandas, un 6% más en un año, con 764 consensuadas y 506 que acaban en litigio 

Firma de los papeles de la separación o divorcio de una pareja, en una imagen de archivo.

Firma de los papeles de la separación o divorcio de una pareja, en una imagen de archivo. / José Antonio Martínez

Las demandas de divorcio o separación matrimonial registradas en los juzgados de Castellón han aumentado un 6%, y cuatro de cada 10 son a malas, sin consenso entre las partes, con una mayor litigiosidad a la hora de afrontar los procedimientos.

En total, la provincia suma 1.270 rupturas entre cónyuges, de las que 764 (60,1%) fueron de mutuo acuerdo, y 506 (39,9%) acudieron a juicio, con más divorcios (1.212) que separaciones (58) y sin ninguna nulidad.

Son algunas de las conclusiones destacadas del informe publicado ayer por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que visibiliza que la Comunitat Valenciana es la segunda autonomía con una mayor tasa de disolución matrimonial -solo superada por Canarias-, con 223 por cada 100.000 habitantes, con 11.643 totales, un 0,8% más que en el año anterior. Por provincias, van a más en Alicante, de 3.998 a 4.233; y a menos en Valencia, de 6.350 a 6.140.

Más divorcios

Los divorcios se imponen a las separaciones y suponen ya el 95% de los procedimientos tramitados en los juzgados de Castelló, Vila-real, Vinaròs,Segorbe y Nules.

Y han aumentado, aunque levemente, hasta un 4,5% con respecto al pasado año, de 1.156 a 1.212, sobre todo en la capital, donde se concentran la mayoría de los contenciosos.

Desglosando los datos, se visibiliza que de 2022 a 2023, han ido in crecendo tanto las cifras de unos como de otros, con más divorcios (de 1.156 a 1.212) y separaciones (de 39 a 58).

Gráfico de rupturas matrimoniales en Castellón.

Gráfico de rupturas matrimoniales en Castellón. / Rebeca Gracia

El techo, en el 2007 por los efectos de la nueva ley

Unas cifras que han ido oscilando en los últimos años, pero sin llegar al techo marcado en 2007, con 1.753, solo dos años después de que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero impulsara la reforma de la ley del Divorcio, de 1981, que permitió desde entonces a las parejas saltarse el trámite primero de la separación para proceder directamente al divorcio.

Se abría entonces una nueva puerta exprés a las rupturas matrimoniales, en una tendencia que ha ido revirtiéndose año tras año hasta dar un giro de 180 grados en las estadísticas hasta dejarlas casi la mínima expresión. Para muestra, un botón: si en el año 2004 se registraron 1.074 separaciones y 93 divorcios, al cierre del 2023 ya son 58 frente a 1.210. 

La ‘batalla’ de la custodia

El Consejo General del Poder Judicial señala también que durante 2023 tambien aumentaron las medidas relativas a la guarda, custodia y alimentación de los hijos, batalladas en 380 de los casos.

Fueron más que los expedientes que llegaron a acuerdo, hasta los 254, un aspecto que, no obstante, según fuentes de un despacho de abogados, «supone el principal punto de discusión y escollo de la negociación de toda separación».

Y en la tendencia alcista están también las cifras que atienden a las modificaciones de los acuerdos: en 535 casos se variaron las condiciones en el proceso, ma gran mayoría, 413, sin llegar a consensos entre las partes, apelando al litigio contencioso.