Ana comparte las puertas del estadio Castalia con Francisco y Celia. Cuando empezó el temporal, pedía a través de Mediterráneo más mantas y ropa de abrigo. Dos días después, ingresaba en el Hospital General aquejada de una neumonía provocada por las bajas temperaturas que soportó durmiendo en la calle. Ahora, y una vez restablecida, ha conseguido un tíquet social que "vale para pasar siete noches en una pensión".

"Qué bien", decían Francisco y Celia tras enterarse de la noticia. "Nosotros seguimos aquí y el frío también nos está afectando ya". Pero "o medicinas o comida". "Si compro ´couldinas´ no puedo comprar comida".

Como ellos, otros indigentes pasan la noche soportando las bajas temperaturas en el porche de la Pérgola y, los que pueden se refugian en la estación.