El presidente de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio (SECV) y director técnico de la firma Esmaltes S.A., Jorge Bakali, afirma que "la cerámica tiene un futuro incierto", como consecuencia de que la Unión Europea considera a este sector "como una industria de bajo valor añadido y que compite con los países subdesarrollados". A esta opinión atribuyó el hecho de que la industria cerámica se haya quedado fuera de las ayudas del VI Programa de I+D+i "y sólo puede acceder a algún tipo de subvención a través de proyectos relacionados con las nanotecnologías". Para Bakali, el sector "debe disminuir su producción y apostar por el valor añadido para que las propuestas sean menos plagiables", aunque matizó que la solución es "difícil de una manera inmediata".

Carlos Feliu, del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), también defendió la necesidad de que las empresas inviertan más en comercialización y márketing, para lo que estableció una proporción por la que cada empresario debería invertir hasta 6 euros en comercialización por cada euro invertido en producción.