Más vale tarde que nunca. La medida de desviar los camiones desde la nacional 340 a la AP-7, que hoy se pone en marcha, debe entenderse como un paso adelante para realizar en un futuro cercano el tan ansiado desdoblamiento del calamitoso vial. Los ayuntamientos han tenido que ser una vez más los protagonistas -en esta ocasión pagando el coste de un parche momentáneo- y los que lideren la reivindicación para mejorar de una vez por todas la N-340, que el Ministerio de Fomento de uno y otro signo político se olvidaron de acometer.

Periodista