El Consejo de Ministros aprobó ayer el real decreto ley que regula el régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, es decir, el documento previo a la aprobación del Plan Nacional de Asignaciones (PNA) para el cumplimiento del protocolo de Kioto y que afectará a la industria de esmaltes y atomización de arcillas.

El cumplimiento del protocolo de Kioto tiene una aplicación directa en la actividad de la industria cerámica, y afectará fundamentalmente a las empresas del sector de esmaltes, fritas y colores, así como las empresas atomizadoras de arcillas y las que cuentan con plantas de cogeneración eléctrica.

Como contrapartida, sólo 19 azulejeras tendrán que recurrir a la compra de derechos de emisiones o reducir su nivel de producción, ya que el resto están excluidas, gracias a la aplicación de una cláusula basada en un umbral conjunto de dimensión y de densidad de carga, que refleja el margen de mejora ecológica en general y en particular de eficiencia energética.

De este modo, y en contra de lo que se había anunciado inicialmente, la aprobación del PNA se pospone a próximas fechas ("en breve", según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente, aunque todo apunta a que será el próximo viernes).