El concejal de Urbanismo y portavoz adjunto del equipo de gobierno, Javier Moliner, abrió ayer el abanico de edificios donde podría ubicarse la sede de la UJI en el centro de la ciudad y añadió la opción de la Fábrica de Dávalos, en la calle Herrero y propiedad de la misma Fundación, y que en la actualidad ofrece los servicios de párking. No obstante, el edil recordó la opción del edificio de la Audiencia, aunque tampoco se descarta el antiguo Museo de Bellas Artes, en la calle Caballeros. Destacó la necesidad de intentar encontrar fórmulas para que la UJI materialice el proyecto "en cualquier edificio de la ciudad que disponga de las condiciones que necesite".