El alcalde de Castellón, Alberto Fabra, remitirá una carta al delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Antonio Bernabé, para solicitar una reunión en la que le pedirá que inste al subdelegado del Gobierno, Juan María Calles, "a que tome medidas para que ejerza como verdadero representante del Gobierno central en Castellón, ante el absoluto pasotismo con el que actúa hacia la ciudad y sus ciudadanos", explicó el portavoz del Grupo Municipal Popular, Miguel Ángel Mulet.

El objetivo de este encuentro es hacerle saber la actitud de Calles con respecto a su función de subdelegado del Gobierno, por entender que "no resuelve las cuestiones que tiene pendientes en la provincia, como es el caso del AVE, la autovía de la N-340, la demolición de la antigua Casa de Baños, la nueva comisaría o las incoherencias que existen sobre el minitrasvase", subrayó el portavoz del ejecutivo.

El edil acusó al representante gubernamental de "deslealtad institucional y desprecio a los ciudadanos" y de "utilizar" a la prensa con el tema de la N-340.

En su opinión, "es intolerable que Calles solo pasee palmito como alcaldable y no solucione las infraestructuras, tan importantes, que todavía quedan pendientes en la provincia", recalcó Mulet, tras anunciar que desde el Ayuntamiento de Castellón "no vamos a permitir que Juan María Calles se despreocupe de las necesidades de la ciudad".

El primer teniente de alcalde espera que Bernabé "actúe de interlocutor con el Gobierno, ya que Calles no nos atiende ni da solución a los problemas con la Administración central".

En sus críticas, el portavoz del ejecutivo fue tajante al señalar que Juan María Calles "pasa de su trabajo como subdelegado al estar más dedicado a intentar conseguir el sillón de la alcaldía desde su despacho de la Subdelegación y cobrando el sueldo de subdelegado. Su actitud con los inmigrantes da una imagen tercermundista de la ciudad".