El puente y las enfermedades propias del invierno llenan los ambulatorios

Colapso. Esta palabra se repetía ayer en muchos centros de salud de la provincia de Castellón. El puente de fin de año y la incidencia de las patologías intestinales y de las enfermedades típicamente invernales llenaron los ambulatorios castellonenses.

Así, fuentes médicas confirmaron a Mediterráneo que había una presión asistencial superior a la de un día normal, como consecuencia de que habían pasado varios días con la cita previa cerrada. Hay que recordar, además, que el pasado día 31 solo se atendían urgencias de 9 a 15 horas. A ello hay que añadir los trastornos propios de esta época, como catarros y gripe, según fuentes sanitarias. A parte, en los últimos días se ha producido un incremento de afectados por un proceso que cursa con diarrea, náuseas y vómitos. Las molestias suelen prolongarse durante dos o tres días. Todo ello ha provocado que los centros sanitarios vayan más sobrecargados, según fuentes sindicales.

A esto hay que sumar que, según fuentes del sindicato CESM-CV, las plantillas se encuentran "infradotadas". Las mismas fuentes agregaron que entre el 30% y el 40% de los facultativos está de vacaciones y la Conselleria no ha puesto en marcha adecuadamente el plan de sustituciones obligatorias.

COLAS Así las cosas, gran parte de los teléfonos de los centros de atención primaria se encontraban ayer comunicando o simplemente no atendían las llamadas. En centros de salud como el Palleter o el de Rafalafena se apreciaba ayer una mayor afluencia que en un día normal, aunque, por ejemplo, en el de Vila-real I se matizaba que era "igual que un lunes, tras un fin de semana". En un centro de la capital, sin embargo, a las 12.45 horas de ayer, aún había más de 20 personas aguardando para pedir cita previa, aunque ya se les daba para la semana siguiente.

Los farmacéuticos también han percibido este aumento de la actividad. Según explicaban fuentes de una farmacia de la avenida Valencia de la capital, lo que más se estaba dispensando eran antigripales y fármacos para el costipado. A ello hay que sumar, agregaban, que mucha gente acudía a repetir, dado que durante varios días no había habido médico por las fiestas.