El mandato de Elena Espinosa al frente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación acaba con los mismos problemas para la pesca provincial. El más sangrante puede ser el aumento del precio del gasóleo, que ha disparado los gastos de las embarcaciones hasta triplicarlos en algunas ocasiones. Tampoco se ha solucionado la retirada de las denuncias recibidas tras la huelga de octubre del 2005, un aspecto al que se comprometió Espinosa. En las negociaciones llevadas a cabo en aquella ocasión se acordó el pago de unas subvenciones, llamadas ´minimis´, que a pesar de haber sido ya publicadas en el BOE para proceder a su abono, dos años y medio después, aún no han sido liquidadas. La escasez de las capturas, que se ha mantenido, y el precio del pescado, que no ha aumentado al mismo ritmo que el combustible empleado, son otros problemas.