Como una vacuna antimedusas. Este es el efecto de las intensas lluvias registradas en las últimas semanas en la provincia de Castellón, que han contribuido a la penetración de agua dulce en el mar, un hecho que conlleva la consiguiente formación de una barrera que favorecerá que estos organismos marinos no se acerquen al litoral.

Aun así, la investigadora del Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Dacha Atienza, apuntó a Mediterráneo que las precipitaciones o el agua de los ríos que no se embalsa y sale al mar juegan su papel al disminuir la salinidad costera --necesaria para la vida de las medusas--, "pero su efecto es puntual y no influye en la llegada de medusas --que ahora están a unas 20 millas de la costa--, aunque sí frena su avance".

Sobre la temperatura del mar, aclaró que "no es que prefieran el agua caliente, sino que este calor favorece su reproducción"

Desde Cruz Roja Castellón, Manuel Beltrán coincidió en que, "aunque influye el agua dulce, no se puede predecir, pues están las corrientes. Ahora, los bancos están por Baleares y se mueven de norte a sur. Hace dos años la intensidad fue superior y el pasado, fue normal". En esta campaña, los puestos alertarán con la bandera específica "blanca con una medusa azul".

PLAN DE AVISOS El Plan Verano del Ministerio ciñe su campaña antimedusas al Mediterráneo y solo tiene estudios de Murcia y Cataluña. "Las demarcaciones de Costas están en contacto con los pescadores o particulares para que dén aviso", apuntaron.

Al respecto, suele haber una flota disponible para colaborar en capturas en alta mar, mientras a los consistorios les compete la limpieza en litoral. El presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pesca, Salvador Orero, dijo que "por ahora, no se han avistado, pero suelen llegar en julio y agosto".