El análisis del Eurorap también destaca los tramos en los que más ha disminuido el riesgo. En este caso destaca el de 10,8 kilómetros de la N-225, desde el cruce con la N-234 al enlace con la A-7. Para que descienda la siniestralidad, el Ministerio de Fomento rehabilitó un puente sobre el río Palancia y las estructuras de dos.

El perfil de un tramo con nivel de riesgo elevado correspondería a una carretera convencional de calzada única, con intersecciones al mismo nivel y con una intensidad media diaria de tráfico de entre 2.000 y 10.000 vehículos cada jornada.

El informe del RACE precisa que Granada y Huesca son las provincias con mayor porcentaje de tramos de riesgo elevado, con un 67 y un 48%. Por el contrario, las provincias con carreteras con menor nivel de riesgo son ahora mismo las de Almería, Asturias, Barcelona y Girona.