Castellón y sus fiestas de la Magdalena están de luto. Carlos Murria Arnau fallecía durante la madrugada del sábado a los 88 años tras toda una vida dedicada a los festejos fundacionales de la ciudad. Perito mercantil, secretario de cámaras y federaciones de agricultores y exdiputado de Alianza Popular en Les Corts Valencianes, la noticia de la muerte de Murria llenó de enorme tristeza a todos los que han tenido la suerte de conocerle. Las definiciones fueron unánimes, destacando la bondad, el trabajo y el carácter afable y familiar del que fue el primer secretario de la Junta Central de Festejos de la Magdalena. Corría el año 1945.

Viudo de Pilar Climent (fallecida el pasado verano y por la que Murria sentía especial devoción) y padre de cinco hijos (Carlos Daniel, Ignacio, Pilar, Miguel Ángel y María del Carmen), la Gestora de Gaiates fue de las últimas entidades en rendirle homenaje y agradecerle todo el trabajo realizado. Fue la noche del pasado 21 de febrero y Carlos Murria recibió emocionado y lleno de gratitud el título de Gaiater de l’Any.

Miembro de la gaiata 10, la de su barrio, el de la avenida Capuchinos, Carlos Murria fue fundador del Colegio Apostólico, el grupo de prohombres de la ciudad que rescataron la barroca estampa de Els Apòstols y editor de Festividades, la revista decana de las fiestas magdaleneras.

MEDALLA DE ORO // Mantenedor de numerosos actos, todos relacionados con la semana grande castellonense, la última vez fue en 1997, como galantejador de la reina, María José Rovira Sebastiá.

El Ayuntamiento de Castellón también reconoció la figura de Carlos Murria y le otorgó la Medalla de Oro de las Fiestas, máxima distinción municipal en materia festera y que es una de las dos que se han concedido en la historia de la capital (la otra fue para el periodista Francisco Pascual). Murria colaboró desinteresadamente con todos quienes se lo pidieron y todos le han otorgado distinciones: El Fadrí y el Voladoret d’Or, el Cepet d’Argent, Lledó d’Or y la Carta Pobla dels Cavallers de la Conquesta, entre otros.

La Magdalena le debe mucho a Carlos Murria. Era el sentir general de las decenas de personas que ayer recibieron con consternación la muerte de quien amó a Castellón y a sus fiestas. H