El sector de la construcción, dentro del colectivo de autónomos, es de los más perjudicados, pues, según expuso ayer la asociación UPTA, desde agosto del 2009 hasta agosto de este año, en la provincia de Castellón han cesado su actividad 781 autónomos del ladrillo, pasando de 7.325 a 6.544. Y en España los casos han sido de 43.202.

Desde UPTA apuntaron que “lo más preocupante es que, en este sector, no se percibe nuevo movimiento de afiliación a la Seguridad Social, lo que significa que la profesión no se va regenerando”. En su opinión, “lo peor de todo es que no lleva camino de solucionarse a corto plazo”.

Citaron que los precios de las viviendas no se han acondicionado a la crisis actual, las entidades financieras siguen sin otorgar créditos al consumo, la profesión se utiliza como salida desesperada para generar ingresos de subsistencia, no existen planes eficaces de reorientación profesional y los locales comerciales no se consideran dentro de los planes de rehabilitación.