“Pasábamos el verano con la familia y amigos en las sènies, o íbamos a la playa de Peñíscola, al puerto, o a la playa de la Parreta, que ya hace años que desapareció”, cuenta Pepa Albiol, de Benicarló, que añade que “otras veces la familia iba a Labadum, en la sierra de Irta, más allá de Peñíscola, a pasar el fin de semana”. “Creo que se ha perdido la ilusión con la que se preparaba todo para salir de excursión con el cámping gas, la nevera con piezas de hielo y la comida...”, rememora Albiol, informa María José Sánchez.