Kabbra y Daddah son saharauis y viven “con preocupación” y desde la distancia el secuestro de los dos cooperantes españoles que ha imprimido cierta inseguridad en su casa.

Ambos viven con familias de Vila-real durante el año y pasan sus vacaciones con sus familias de sangre. Kabbra es una joven de 21 años que estudia Auxiliar de Farmacia en el IES Matilde Salvador y desde que tuvo noticia del secuestro “entro a internet constantemente y estoy conectada con el resto de saharauis que están fuera del desierto”. “Desde que me enteré estoy muy mal. Me imagino lo que está pasando allí y estoy preocupada”, reconoce. “Mi madre está en una zona lejos de donde ha ocurrido el suceso y creen que los tienen retenidos en Mauritania, pero no se sabe dónde”, explica. “Nunca pasó algo tan grave. Hemos estado viviendo 35 años con la seguridad del ejército de Argelia, que ayuda mucho, y con el Frente Polisario, y no imaginaba esta situación”.

Daddah es más pequeño, tiene 9 años, y también vive los últimos acontecimientos con intranquilidad. Su madre en Vila-real, Margarita Barrachina, asegura que “ha hablado con su familia esta mañana -ayer para el lector- y le dicen que los secuestrados podrían estar en Mauritania, y que su retención fue posible porque se saltaron un control policial”. “La gente de los campamentos dice que están preocupados de que no vayamos ahora por lo ocurrido y que necesitan nuestra ayuda”. H