Los castellonenses buscan trabajo, sea donde sea. Y si eso implica hacer la maleta y salir al extranjero, pues se hace. El estancamiento que se vive en el mercado laboral de la provincia, con casi 65.000 parados, y sin expectativas a corto plazo de mejora, está haciendo que cada vez sean más los profesionales que aprovechen su alta cualificación técnica para buscar fuera las oportunidades que en Castellón no encuentran. La realidad es generalizada. A la de enfermeras y médicos que el diario Mediterráneo ha venido contando desde hace meses, y a la de técnicos cerámicos, que cada vez es más abundante, se suman otros sectores tan diversos como los odontólogos, ingenieros de caminos, arquitectos y aparejadores, o los comerciales.

Y es que ha empezado a pesar más en el ánimo de los castellonenses el hecho de llevar meses sin un empleo, antes que otras cuestiones, como la unión familiar o el deseo de no salir de Castellón. A favor, las más que atractivas condiciones laborales que se ofrecen. Un ejemplo: Holanda busca a seis odontólogos con una remuneración que oscila de 55.000 a 80.000 euros, en función de las características del beneficiario; volumen de pacientes garantizado, cursos de formación y aprendizaje del idioma holandés a cargo de la empresa y una jornada semanal de 40 horas semanales (de lunes a viernes, de 8 a 17 horas). A cambio, se requiere un año de experiencia, además de tener la titulación. ¿Es tentadora?

A tenor de lo que dicen los distintos representantes de los colegios profesionales consultados, la situación se está poniendo tan complicada que muchos ni se lo piensan. “Tenemos colegiados que ya están en Perú, Brasil, Guinea, Italia, Francia, Dubái... incluso uno acaba de anunciarnos su disposición de marcharse a trabajar a Irak”, señala la coordinadora del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Castellón, María Luis Pobo. “Se van donde pueden y como pueden”, incide.

El Colegio de Ingenieros de Caminos de Castellón edita todas las semanas un boletín interno con “8 ó 10 ofertas”, indica el delegado, José Prades, quien subraya que, “precisamente hoy, me he encontrado con una compañera que acaba de llegar de viaje desde Qatar, donde trabaja ahora; va y viene cada 15 días”.

El perfil es de persona con titulación, buena formación y con años de experiencia, de ahí que sean personas de más de entre 35 y 40 años los que más se deciden, con las cargas familiares ya resueltas, caso de la crianza de los hijos. Los destinos, son cualquiera. “Allí donde exista demanda”, sentencian desde los colegios. H