--¿Cómo ve el escenario económico de Castellón?

--Tenemos un entorno muy complicado por la recesión derivada de la falta de consumo nacional y de los principales países receptores de las exportaciones en Castellón. Ahora, las empresas que funcionan bien son las que dedican el 70% a vender al exterior.

--¿Y la previsión de crecimiento?

--Entiendo que 2012 acabará como mejor pueda acabar, pero creo que hasta el primer trimestre del 2013 debido a la recuperación de los países de nuestro entorno y España, no pueda volver a fluir la creación de empleo.

--¿Cuáles son los principales problemas de nuestra economía?

--La alta concentración en la construcción. La agricultura da empleo al 8% de la población; los servicios, al 57%; y la industria, al 35%, pero más de la mitad, un 20%, procede de la producción de cerámica vinculada a la construcción y a sus etapas.

--Tras cuatro años de crisis, el paro no cesa…

--En el primer semestre de este 2012 pueden darse más ajustes de plantillas en industria y, sobre todo, servicios. La reforma laboral quizás palie más la salida de trabajadores pero no se creará empleo hasta 2013.

Ahora, tenemos un nivel de empleo por debajo del que había el año 2000. Los 64.000 empleos que se generaron en la provincia desde el 2000 al 2007, se perdieron desde finales del 2008 a 2011, 53.000; y en la actualidad, todo. Lo creado en ocho años, prácticamente se ha perdido en cuatro. Ha sido una montaña rusa excepcional. Y el mapa sectorial no ha variado mucho: persiste la industria, aunque con la incidencia de la deslocalización de la producción a países asiáticos, que ya afectó al textil y al mueble.

--¿Qué impacto tiene o va a tener la reforma laboral?

--Establece un sistema de contratación ágil y va a propiciar, no solo los miniempleos, sino también que las empresas mantengan contratos o contraten, ajustando sus plantillas a sus necesidades para el trabajo real. Para dilucidar su éxito, es pronto. El empleador, cuanto más empleo genere, más riqueza genera. La reforma permite que sobrevivan en tiempos difíciles los empleadores.

--¿Tenemos en Castellón empresas competitivas, con capacidad de demandar más personal?

--Sí, tenemos empresas con una tecnología muy alta en la cerámica y la industria química. Pueden mantenerse y abrir nuevos mercados. La competencia directa en Europa es Italia pero quizás a la larga en Castellón la cerámica se planteará fusiones de firmas para alcanzar un tamaño más adecuado y ser más competitivos.

--¿Qué sectores lo tienen más fácil para crear empleo?

--Quizás haya que apostar por industrias con valor añadido y con alta tecnología -robótica, aplicativos para automoción, etc.--. En España nos hemos olvidado siempre de la investigación. Aquí en Castellón sí hay industrias punteras en tecnología y les va bien. Hemos de generar condiciones adecuadas, confianza y certidumbre, para que inversores extranjeros vean atractivo a Castellón. La provincia tiene personal cualificado, suelo industrial en abundancia y comunicaciones adecuadas.

--¿Qué papel pueden jugar aeropuerto y turismo como motores?

--Todos los proyectos sobre la mesa, como los campos de golf, hay que iniciarlos. Son dos años de obra y uno de puesta en marcha. De empezar ya hasta dentro de cinco años no serían plenamente operativos. Ha habido un desfase entre aeropuerto y golf. Es posible que ahora se autoricen nuevas fórmulas para el agua.