La imposibilidad de cumplir los cuatro requisitos fijados en el protocolo de compraventa de la antigua fábrica Dávalos Fletcher de la calle Herrero obligará al Ayuntamiento de Castellón a prorrogar un año más el plazo de adquisición pactado con la fundación privada, que expiraba en abril del 2013. El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Mulet, confirmó ayer al diario Mediterráneo que la junta de gobierno local del próximo viernes aprobará la prórroga de la fecha límite un año, es decir, a abril del 2014. La ampliación del plazo ya fue avalado días atrás por los rectores de la Fundación Dávalos Fletcher, un requisito imprescindible.

El equipo de gobierno sigue así el camino que ya marcó el pasado 22 de marzo el portavoz municipal del Bloc, Enric Nomdedéu. Este, en una comparecencia pública, reclamó al Partido Popular la prórroga del convenio ante el temor a que expirara en el 2013 y se evaporara la adquisición de la vieja fábrica para reconvertirla en un centro de ocio juvenil.

Para que la compra se materialice, el consistorio aún debe cumplir cuatro requisitos ineludibles. En primer lugar una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para cambiar la calificación del inmueble, hoy de tipo administrativo-institucional. La anulación judicial del PGOU obligará en breve al consistorio a suspender el cambio del planeamiento hasta que esté listo el nuevo plan, que se demorará alrededor de un año.

El segundo requisito que tampoco se ha cumplido es la elaboración del proyecto de rehabilitación, que sigue en fase de redacción. Del mismo modo, el Protectorado de Fundaciones de la Comunitat Valenciana aún no se ha pronunciado sobre la operación urbanística que pactó con el ente privado el exalcalde, Alberto Fabra. En cuarto y último lugar, el consistorio y el Consell todavía no han firmado el convenio sobre la financiación de las futuras obras de rehabilitación, estimado en 15 millones de euros.

La magnífica relación existente entre el consistorio y la fundación presidida por Delfina Fletcher ha sido clave para este acuerdo amistoso. Con el convenio en la mano, la entidad podría haberse esperado a abril del 2013 para rescindir el preacuerdo de compraventa sin ninguna indemnización. Cabe recordar que la fundación rechazaba la venta de su emblemática propiedad y solo accedió a ello tras más de tres años de tenaz negociación por parte de Fabra por la fabulosa relación que ambas instituciones mantenían.

El acuerdo de compra valora el edificio de la calle Herrero en 14.166.551 euros que pagará el Ayuntamiento con cuatro solares municipales --uno de tipo industrial cerca de la ronda Sur y tres residenciales, dos en Censal para vivienda protegida y otro en la calle Teodoro Izquierdo--. La fundación explotará también las 300 plazas del párking subterráneo del centro de ocio, de las que 100 serán en régimen de rotación.

Con este primera aplazamiento, la rehabilitación deberá estar finalizada en abril del 2017. H