Difícil papeleta la que ayer tuvo que asumir el nuevo presidente de Bancaja, José María Mas Millet, que se estrenó ante los consejeros generales para presentar unas cuentas que arrojan un resultado negativo en el 2011 de 557.000 euros, al tiempo que ya se prepara la transformación de la entidad en fundación de carácter especial, tras tomar el control el Banco de España de BFA, la matriz del grupo, y que operaba con la marca Bankia, ante los problemas de solvencia de sus balances.

Los datos se dieron a conocer en la asamblea general celebrada en Valencia ayer, donde se aprobaron unas cuentas que contemplan unos fondos propios de 173 millones de euros, y una cuenta de resultados “que arroja un saldo negativo de 557.000 euros, en el que se incluye un crédito fiscal de 216.000 euros, recuperable a partir del año 2025 y que, por razones de prudencia, el consejo ha estimado oportuno provisionar”.

Mas Millet también ha avanzado que “la previsión de cierre del primer semestre del 2012 apunta a un beneficio de 1,4 millones, y un beneficio de antes de impuestos superior a dos millones para la totalidad del ejercicio”.

También anunció que se abordará la transformación de Bancaja en fundación de carácter especial “transcurrido el verano”, tras la nacionalización de la entidad -19.000 millones-, y analizó qué supondrá transformar 4.465 millones de € de participaciones preferentes en acciones, si bien no se dio detalles a la prensa. H