Mañana lunes, 30 de septiembre finaliza la vigilancia en las playas de Benicàssim y Benicarló. Previamente lo hicieron Nules y Cabanes. Y el balance de la temporada es altamente positivo, puesto que no se ha registrado ningún accidente con graves consecuencias. A lo largo del verano los socorristas han efectuado cerca de 5.000 atenciones, la mayor parte sanitarias, pero sin gran importancia. Se ha rescatado a 23 personas con riesgo de perecer ahogadas y los socorristas han intervenido en el rescate de los tripulantes de 7 embarcaciones. Son datos significativamente inferiores a los de la anterior campaña, en 2012 hubo 70 rescates.

“Las campaña de prevención y sensibilización, los consejos y advertencias de los socorristas y el servicio de megafonía han ayudado en la mejora de resultados”, afirma Elisabeth Millan, responsable de socorros en Cruz Roja de Castellón. Y en cuanto a los casos más graves, tan solo se ha trasladado a 21 personas en todo el verano a centros hospitalarios. Bien es cierto que, en general, este ha sido un verano tranquilo, tan solo el 3% de los días ha ondeado bandera roja; el 80% ha sido verde. El 18% restante, la bandera, en las playas vigiladas por Cruz Roja, ha sido amarilla, lo que indica alertar la precaución, ante un mayor riesgo.

En cuanto a los socorristas, por la situación especial que atravesamos, se presentaron más de 3.000 curriculums para acceder a 60 plazas, lo que permitió una selección exhaustiva y con gran rigor. Con una media de edad entorno a los 20 años; la mayor parte son profesionales de Castellón, pero en esta ocasión también han estado vigilando nuestras playas socorristas de Madrid, Sevilla, Salamanca, Alicante, Tenerife ó Huelva. La preparación quedó demostrada en las pruebas de acceso y a lo largo del verano se ha podido constatar el gran nivel de todos ellos, día a día a pie de playa.

Sillas para el baño de personas con discapacidad

Por otra parte, Cruz Roja pionera en implantar el baño adaptado para personas con capacidad reducida, ha estado prestando el servicio a lo largo del verano, siendo la playa de la Almadraba de Benicàssim la que mayor número de usuarios ha recibido. Los voluntarios atendían una media de 5 personas, llegando algunos días a bañar a más de 20 personas , que acudían en grupo, procedentes de algún centro específico. “Hay familias que han cambiado el lugar de veraneo, precisamente por disfrutar de este servicio”, comenta Emiliano, uno de los voluntarios.

Otra de las mejoras introducidas por Cruz Roja han sido las pulseras para evitar que los más pequeños se extravíen; algo muy frecuente si los padres ó responsables no permanecen constantemente vigilando a los niños. Este verano en las playas vigiladas por la Cruz Roja tan sólo se han producido 22 incidentes, que se han solucionado sin mayores problemas, gracias a la rápida intervención de los socorristas, con el apoyo de los servicios de megafonía