En un momento en el que el desempleo azota gravemente a las personas con discapacidad intelectual, Mercadona ha creado un oasis de desarrollo e integración para estos ciudadanos. La empresa ha hecho una firme apuesta por decorar sus tiendas de toda España con el trencadís que elaboran más de 250 usuarios de fundaciones, centros ocupacionales y especiales de empleo sin ánimo de lucro de las provincias de Castellón y Valencia.

El proyecto consiste en fabricar los paneles decorativos que se instalan en las secciones de pescadería, carnicería y charcutería de Mercadona. Una actividad que conlleva la integración sociolaboral de estos trabajadores y les transmite la cultura del esfuerzo para superarse y preparar su salida al mercado laboral.

La directora de la Fundación Roig Alfonso de la Comunitat Valenciana, Arantxa Roig, explica el origen de la iniciativa: “En el 2010 empezamos elaborando un mural de trencadís para la sección de pescadería de una tienda de Mercadona y gustó tanto que desde entonces no hemos parado de trabajar para realizar todos los encargos”. El director técnico de la División de Pulidoras de Pamesa Cerámica, Antonio Ballester, recuerda que Mercadona se volcó en el proyecto y la firma tuvo que contactar con varias fundaciones para poder llegar a realizar todos los paneles para las pescaderías. “Más tarde, llegaron los paneles para decorar la sección de carnicería y ahora se están empezando los de charcutería, así que llevamos más de 3.000 paneles”, matiza.

Para Arantxa Roig lo más relevante es que, a través de estos trabajos, los usuarios empleados “nos demuestran que son capaces de realizar un buen trabajo, se esfuerzan día a día por aprender y mejorar, y son productivos”.

SUPERACIÓN // El monitor del taller de trencadís del Centro Ocupacional Buris-Ana del IVAS, en Burriana, Javier García, se muestra orgulloso del trabajo de los usuarios: “Cuando vieron que tenían que hacer un mural de cinco metros se asustaron. El primer día pensábamos que no seríamos capaces pero con el esfuerzo de todos: monitores, trabajadores y usuarios, superamos las dificultades y lo sacamos adelante”.

“El proceso consiste en recibir las piezas clasificadas en colores y colocarlas sobre una mesa que actúa de soporte para montar el mural como si fuera un puzle. La dificultad viene porque cuando encajas la pieza sobre la mesa, ya no puedes ver el color, puesto que se trata de cerámica esmaltada solo a una cara, y no ves si te has equivocado”, señala el director de la Granja Hogar El Rinconet de Vilafamés, Javier Guinot. Así que, tal y como cuenta el director de Centro Especial de Empleo de Torreblanca, Javier Beltrán, “el trabajo requiere concentración y eso ayuda a las personas con discapacidad intelectual a mejorar sus habilidades”.

CULTURA DEL ESFUERZO // La directora del Centre Ocupacional El Molí de Onda, Carmen Martínez, destaca que “con estos talleres prelaborales implantamos la cultura del trabajo entre los usuarios. Con los últimos murales están aprendiendo a realizar figuras con sombras y dimensiones, por lo que se esfuerzan para mejorar sus capacidades psicomotrices y cognitivas”, apostilla.

A modo de anécdota, el coordinador del taller en el Centro Ocupacional Torreblanca, Óscar Dempere, señala que los viernes son el día favorito de los usuarios “porque, si se han esforzado durante la semana, reciben una recompensa económica”. Aunque, tal y como recalca el director del Centro Especial de Empleo Síndrome de Down de Castellón, José Luis Blasco, lo que más les ilusiona es “ir a Mercadona y ver los paneles expuestos como auténticas obras de arte”.

Finalmente, el director del Centro Ocupacional El Maestrat, en Benicarló, Juan Manuel Torres, agradece que “con estos encargos tengamos el trabajo asegurado en estos tiempos difíciles”. H