El líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, dijo ayer que da por cerrado el caso Calles después de que se haya formalizado la nueva condición del concejal --ahora en el grupo de los no adscritos--, semanas después de que Juan María Calles abandonara el grupo socialista municipal por haber dado positivo en control de alcoholemia.

De todos modos, Puig reconoció a este diario que le hubiera gustado que el que fuera candidato a la alcaldía en las últimas municipales hubiera entregado el acta en lugar de irse a los no adscritos. “Eso es lo que yo pienso que debería hacer, pero cada uno es de una manera y allá cada cual con lo que le dicte su conciencia”, añadió. Respecto a este asunto, el secretario general apuntó que los socialistas de Castellón deben pasar página ya y pensar en el futuro: “Es un capítulo triste y lamentable, pero hay que olvidarse ya de Calles. Las cosas, en este asunto, reconozco que se deberían haber hecho mejor”.

Por otra parte, declaró a Mediterráneo que seguirá “peleando” para conseguir que la dirección federal admita la propuesta que él ha lanzado para que las ciudades con más de 20.000 habitantes puedan elegir a su candidato a la alcaldía mediante primarias abiertas. Puig no quiso ayer pronunciarse sobre si apoyará o no a Amparo Marco en la capital, aunque la portavoz sí que cuenta con su respaldo personal.

Preguntado por la personación del PSPV-PSOE en el caso de las entradas de la corrida de la Beneficencia que afectan a la Diputación, Puig dijo que ese es un asunto de la dirección provincial.

El dirigente realizó estas declaraciones tras la clausura de las jornadas organizadas por el partido con la ayuda de profesores de la UJI para redactar el próximo programa electoral. “El cambio en Castellón es imprescindible para el cambio en la Comunitat”, aseveró el líder del PSPV-PSOE. H