La Guardia Civil ha imputado a 39 personas que estaban desmantelando la cubierta de varias naves de una empresa azulejera de Vila-real cerrada por concurso de acreedores y cuyo revestimiento está compuesto por amianto, un material altamente tóxico. A los detenidos en el marco de la denominada operación Asbestos, se les imputan los supuestos delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente.

La operación se inició cuando la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Vila-real, tuvo conocimiento de que un grupo de personas estaba desmantelando de forma irregular una mercantil azulejera que se encontraba cerrada.

Los agentes pudieron determinar que la cubierta de la empresa que desmantelaban estaba compuesta en su totalidad por un revestimiento catalogada como residuo tóxico y considerado muy peligroso para la salud humana.

Posteriormente, se constató que los imputados, ayudados con maquinaria y vehículos, realizaban sin ningún tipo de protección tareas coordinadas de corte, derribo, selección y recogida de metales pertenecientes a la estructura.

Según las fuentes, llegaron a derribar parcialmente los 23 edificios que componían la estructura de la empresa, dejando únicamente sobre el solar de la empresa el fibrocemento de cubierta.

El fibrocemento es una sustancia catalogada como residuo tóxico considerado como muy peligroso para la salud humana, dado que cuando no se manipula y gestiona adecuadamente, produce y dispersa fibras de amianto que constituyen un contaminante atmosférico.

Por ello, todos los aspectos relativos a su gestión y transporte como residuo están estrictamente estipulados y regulados por legislación específica, según las fuentes.

Por su parte, el amianto es un mineral altamente cancerígeno, y que produce diferentes tipos de cáncer, destacando el mesotelioma pleural que no se declara hasta un periodo de latencia de entre 20 y 40 años y que puede ser provocado por exposiciones a muy bajas dosis y de corta duración.

La actuación ha sido realizada por efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Burriana y la Policía Local de Vila-real. Según las mismas fuentes, las diligencias han sido instruidas por los Juzgados de Instrucción de Vila-real.