Síguenos en redes sociales:

El director y profesor de la Banda Municipal de Castellón

El director y profesor de la Banda Municipal de Castellón

El mundo de la música se ha integrado siempre con fuerza en nuestra ciudad. Música de todos los niveles y de los más variados estilos; la clásica y la música pop. Es tierra de buen número de fiestas y de grandes celebraciones en la provincia. Y es normal que esta página de ‘Seres humanos’ se haya llenado tan a menudo con el latido y el ritmo vital de gentes que han protagonizado acciones con atriles y pentagramas, con papel pautado y todo el instrumental posible. Y ahora, alguien empuñando una batuta me obliga a que dirija mi atención hacia uno u otro ser humano, los de ahora o los de otro tiempo. Se ve en mi libro reciente Mis amigos y otros seres humanos y en los anteriores. Invito a que nos situemos ante el día 3 de julio de 1925 en que, la agrupación que hasta entonces se llamaba Banda de los Bomberos, se convirtiera en la Banda Municipal de Castellón. Era alcalde en aquellos días don Salvador Guinot Vilar, un muy destacado castellonense del que ya saben de él los lectores de esta página. Con él estaban en el Ayuntamiento Luis Ros de Ursinos, un González Espresati, Ángel Sánchez Gozalbo… Y como primer director de la primera banda municipal, con 42 plazas de músicos, fue nombrado Pascual Asencio Hernández, que había nacido en Vila-real.

EL PRINCIPIO // Los estudios de los científicos nos informan de que el origen de las bandas de música se halla en las agrupaciones de viento militares, cuyas huellas no es difícil encontrar en frisos o pinturas antiguas, cuando se daba cuenta de que acompañaban los desfiles y las marchas de carácter bélico. También para darle festividad a ceremonias de tipo político, también eclesiástico.

En otra época posterior, la música de ciertas agrupaciones sonaba en capillas, iglesias parroquiales o catedrales. Y lo hacía de modo especial a través de los organistas o maestros de coros, cuando pretendían dar una solemnidad especial a ciertas procesiones o actos litúrgicos de acusado relieve. Ya tuve gusto de ampliar estos detalles cuando dediqué una página tanto a Joseph Pradas Gallén como a Francisco Morera Cots, maestros singulares al servicio de las iglesias de la provincia, de nuestra Iglesia Mayor de Castellón y de gran número de templos de la región. Bueno, en este contexto la armonización de música para instrumentos de viento consecuencia de todo lo anterior fuera el origen del nacimiento de las Bandas de Música. Eduardo López-Chavarri, ya dijo al efecto: “Las bandas no han surgido por generación espontánea, sino que tienen una tradición en gremios y sus festejos populares…”, en fiestas mayores.

LA VIDA // De familia humilde, Pascual Asencio Hernández nació en Vila-real a finales de 1864. Su infancia transcurrió sin embargo en la Casa de Beneficencia de Castellón, el antiguo cenobio de los Padres Dominicos, donde asistió a las primeras clases escolares y ya tan pronto adquirió gran interés por la música, recibiendo clases de solfeo y armonía y sobre todo destacando de muy joven como clarinetista.

Por oposición ganó la plaza de la Banda de Música de la Marina y, como soldado, fue destinado al buque Lepanto de la Armada Española. Allí amplió sus conocimientos musicales, graduándose en las asignaturas de armonía, contrapunto, así como composición y dirección musical. Y valiéndose de sus conocimientos ganó por oposición la plaza de profesor de música en la Escuela de Artesanos de Valencia. Y poco después, la plaza de Músico Mayor del Regimiento Tetuán XIV, de guarnición en Valencia. En 1904 fue trasladado a la de Teruel con el grado de oficial. Y en 1917 ya pasó al Regimiento Tetuán XIV de Castellón, donde se asentaría y residiría hasta su jubilación. Había pasado a ser Comandante.

Por su comportamiento y trato cordial con otros músicos de la Banda Militar y de la de Bomberos, pasó a ser nombrado el primer director de la Banda Municipal de Castellón, en aquel 1925.

SU OBRA // Pascual Asencio consideraba su trabajo profesional como “su modesta obra musical” --lo decía él--. Había puesto en marcha la banda y con ella consiguió éxitos muy pronto, premios regionales. Pero por problemas de salud tuvo que abandonar la agrupación no mucho tiempo después de haber tomado posesión como director y marchó a vivir a Burriana y acabó su vida como músico en Castellón.

Antes de todo ello, tuvo lugar la primera audición en la plaza Mayor --antes se llamaba de la Constitución-- y valerse del parque de Ribalta para ofrecer allí la serie de conciertos iniciales, a modo de pruebas, para su rápida actuación memorable con la jovencísima banda en la Plaza de Toros de Valencia en el llamado Certamen Regional de Músicas Civiles, donde ganó el premio de la segunda sección, dotado con 3.000 pesetas de la época. Por su reciente constitución como banda municipal, le correspondió a la de Castellón la segunda sección. Y a ella se acogieron para ganar el premio merecidamente. Fue la primera gran obra que conseguía como director don Pascual Asencio y el grupo de músicos que formaban su agrupación. Fue como el germen que provocó el auge paulatino de nuestra Banda Municipal.

EL REGLAMENTO // Con el nacimiento de las bandas de música en nuestra ciudad, el Ayuntamiento ya se adelantó a su tiempo a principios del siglo XX y creó un reglamento de funcionamiento de las que habían de ser las bandas municipales, que habían de contar con un director, subdirector y un número de componentes que no podía ser menor de veinte, ni exceder de cuarenta, hecho este que no pudo cumplirse casi nunca por la necesidades reales de las formaciones musicales tal y como se iban incorporando nuevos instrumentos y sus ejecutores. Tenían un epígrafe en el que se aclaraban conceptos respecto a los ensayos y las propias funciones públicas. Después, se fueron añadiendo títulos y artículos en los que se hablaba de la retribución y obligaciones tanto del director como del subdirector, incluyendo en el reglamento las tareas correspondientes al que se conoce como Avisador y, ampliando el campo de acción, a las obligaciones de los músicos en general, que puntualizaban lo referente a la limpieza y mantenimiento en buen estado del instrumento y vestuario para empezar formalmente como funcionarios municipales, concretándose como es natural la consignación económica que a cada cual debía corresponder. H

Pulsa para ver más contenido para ti