La idea de hacer referendos en Castellón tiene dos precedentes en la provincia

Según fuentes del Ministerio de Hacienda, desde la instauración de los consistorios democráticos en 1979 solo se han solicitado al Gobierno dos autorizaciones para realizar referendos vecinales: el primero lo pidió el Ayuntamiento de Eslida en 1987 para consultar a sus vecinos si procedía finalizar las obras de la piscina municipal, una votación que se celebró el 6 de diciembre de 1990; la segunda petición la cursó el Ayuntamiento de Chóvar en 1989 para que sus vecinos opinaran sobre la inclusión del término municipal en el proyecto del parque natural de la Serra d’Espadà, pero no llegó a celebrarse porque el Gobierno de Felipe González no la avaló.

Según las mismas fuentes del Ministerio, en el conjunto de España se han autorizado 33 de las 101 solicitudes de consultas ciudadanas presentadas por los ayuntamientos en el actual período democrático. De esos 33 permisos, solo se han realizado 27 referendos. Los otros seis no llegaron a celebrarse nunca.

Este tipo de consultas --que abarcan cualquier tema municipal excepto los de Hacienda-- no es preciso que estén reguladas. Cualquier alcalde puede solicitar el permiso con el único aval del pleno. Sin embargo, el equipo de gobierno y la oposición --PSPV, Compromís y EU-- ha querido formalizarlo y fijar unas pautas consensuadas para incluirlo en el reglamento municipal.

El consistorio ha impulsado en este mandato otras herramientas de participación como, por ejemplo, la creación del nuevo Consejo Local de Seguridad que vio la luz el pasado martes.

También tramita el nuevo reglamento del Consejo Municipal de Participación Ciudadana. El documento regula aspectos como las reuniones trimestrales del pleno del consejo o la emisión de informes sobre iniciativas y cuenta con algunas aportaciones de la Federación de Asociaciones Ciudadanas de Castellón o de la Federación de Asociaciones Ciudadanas, Consumidores y Usuarios de Castellón. H