Un diccionario del habla de Castellón y sus pueblos. Es como define el profesor Germà Colón, una de las máximas eminencias en lenguas románicas e Hijo Predilecto de la capital, su último libro, que, bajo el título de Vocabulari castellonenc, recoge las acepciones de la lingüística autóctona de 22 municipios de la provincia. Eso sí, según un estudio hecho en 1950. “Es una mirada retrospectiva, pero plenamente vigente de la dialectología de las tierras castellonenses, que fue parte de mi tesis doctoral, que defendí, dirigida por el profesor Antoni Badia Margarit, en Madrid, el 12 de diciembre de 1952 ante un tribunal presidido por Dámaso Alonso”, explicó Colón.

Es ahora, 63 años después, cuando el Ayuntamiento de Castellón edita la obra, estrenando los Estudis 1 dentro de su colección Normes del 32, que se podrá comprar en las librerías de Castellón y en el ayuntamiento, previo ingreso bancario, según explicó el vicealcalde y concejal de Normalització Lingüística, Enric Nomdedéu.

Este es un diccionario al uso, con la entrada de 957 palabras, ordenadas alfabéticamente, de las que 513 son plenamente autóctonas de Castellón y sus comarcas, y, según Colón, no aparecen en el Diccionari Alcover-Moll de Català-Valencià-Balear, que, cuando se realizó este estudio, empezaba a nacer. Aín, Albocàsser, l’Alcora, Alcalà. Almassora, Artana, la Barona, Benassal, Benicarló, Benicàssim, Betxí, Borriol, Càlig, Castellón, les Coves, Forcall, Llucena, Morella, Nules, Rossell, Sant Mateu, les Useres, Vinaròs, Vila-real, Vilafamés y Vilafranca “tienen vocablos propios de su término municipal, pero muchos son compartidos por un dialecto 100% castellonero, que algunos recordarán, otros se han recuperado y otros que nunca se han perdido, y siguen vivos en el habla”.

Ahí están los términos manegueta, malfainer, afemar, borxaca, desbrafar-se, provessó, queradilla, sargrantana, abellir, agranar, ataüllar, bajocó, bonico o corfa, junto a les cassinogues, el comboi o los cotó-en-pel, gonia, engarrofar-se o ser un manifesser... “Es un estudio en la línea de los atlas lingüísticos, con incluso mapas, que se hacían en aquella época, pero de mi Castellón”, dijo Colón. H