Ayer comenzó la concentración anual de las míticas motocicletas americanas en el Grao de Castellón. Diferentes clubes, a veces no muy bien avenidos, se reúnen en el paseo Buenavista y la avenida Ferrandis Salvador en un maravilloso clima de hermandad. Clima que durante el año se llega a echar en falta en no pocas ocasiones. Así somos los harleros. El caso es que una concentración de estas características implica un esfuerzo logístico y organizativo muy importante. Para la organización, naturalmente, para Protección Civil y para la Policía Local. Espero y deseo que el nuevo equipo de Gobierno esté a la altura y todo discurra de la mejor manera posible. Cortes de tráfico en la ronda de circunvalación de la capital de la Plana como los que hemos visto y sufrido este año con motivo de algunos eventos deportivos (y no hablo de La Vuelta) son intolerables.

Espero y deseo que el ayuntamiento de Castellón haya orquestado el operativo de tráfico más adecuado para que moteros, viandantes y conductores de autos podamos convivir sin molestarnos los unos a los otros.

Contamos para ello con el bueno de Toni Lorenzo, a quien tengo en buena consideración política y personal.

Pero debemos estar atentos. La parálisis y bloqueo absoluto de una hora y pico que cierta carrera provocó hace unos meses en el tráfico del entorno del Auditorio, la avenida del Mar y la avenida Hermanos Bou no puede, no debe, volver a repetirse. H