Mosquitos en pleno otoño. La provincia de Castellón, especialmente la zona litoral, no se libra de la proliferación de estos molestos insectos a pesar de estar ya casi en el mes de octubre. Como ya informó Mediterráneo, las lluvias caídas a finales de agosto y las elevadas temperaturas que se siguen registrando están detrás de este repunte. De todos modos, la eclosión de larvas se da con más intensidad en la especie del mosquito tigre.

Dos de las empresas concesionarias que se encargan del control de estos dípteros, Lokímica y Stop Plagas, aseguran que se está registrando más actividad, pero advierten de que los principales focos se encuentran en parcelas privadas, ya que los controles en imbornales dan negativo en la mayoría de los casos, así como en aquellas zonas húmedas.

«Las personas que tienen una segunda residencia han vuelto a su vivienda habitual y se quedan llenas las piscinas o incluso los platos de las macetas, y es ahí donde prolifera el mosquito tigre», explica el responsable de Lokímica, Rubén Bueno, quien advierte de que, hasta que no bajen las temperaturas mínimas, será complicado que los mosquitos desaparezcan casi por completo.

Igual punto de vista comparte Mauricio García, de Stop Plagas, quien considera que los depósitos de agua que se acumulan en jardines y parcelas privadas complican las tareas para hacer frente a estos dípteros. De ahí que vea como fundamental una mayor concienciación vecinal.

En Almenara, la Llosa, Xilxes, Moncofa, Nules, Burriana, Almassora, Castellón, Benicàssim, Orpesa, Cabanes y Torreblanca han intensificado los tratamientos para tratar de hacer frente al problema, aunque las quejas de los vecinos ponen en evidencia que la situación persiste.

AVANCE

A esta problemática se suma, como avanzó este periódico, el avance imparable del mosquito tigre, que en solo seis meses ha pasado de localizarse en 48 municipios de la provincia a hacerlo en 58, según datos de la Conselleria de Sanidad. Su presencia es palpable en la costa, pero también en el interior, en localidades como Morella o Segorbe. Uno de los casos más llamativos es el de la Vilavella, que tras varios estudios en los que se libraba de esta afección, a pesar de que los municipios de alrededor sí habían detectado este insecto, ahora ya forma parte del listado a tal efecto de la Conselleria.

HOSTELEROS

El problema de los mosquitos preocupa y mucho al sector hostelero de la provincia. Por ejemplo, días atrás en Moncofa, los clientes de un restaurante tuvieron que marcharse por la enorme cantidad de mosquitos existente. El gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur), Carlos Gomis, insta a los ayuntamientos a no bajar la guardia y realizar tratamientos durante los 12 meses del año, ya que esta circunstancia puede conllevar para los visitantes una mala imagen del destino debido a una mala experiencia.