La conselleria inexistente

Ya es otoño. Ya han llegado las lluvias. Y como cada vez que caen cuatro gotas, la Comunitat se colapsa. Hemos visto carreteras, entre grandes empresas cerámicas, convertidas en ríos. Hemos visto barrancos mal encauzados a punto de causar graves daños. Hemos visto charcos que se han convertido en lagos. Hemos visto cosas, queridos lectores, difíciles de creer.

HAN PASADO casi tres años desde que «la nueva política» llegó a la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo rural. Ya no vale aquello tan manido de la herencia recibida. Los gobiernos populares convirtieron esa conselleria, una de las más relevantes de esta comunidad autónoma, en una inmensa oficina de burocracia y papeleo gratuito. Ineficaz. Ineficiente e incapaz. Y tras casi tres años, la cosa no ha cambiado un ápice. La nueva política ha ocupado casi todos los niveles de esa Conselleria. Al frente, para la foto más grande, Ximo Puig colocó a una «independiente», sí, pero los altos cargos, los mandos intermedios y los carguitos de pélamela los ocupan personas ligadas a «la nueva política». Ya saben, esos que venían a mejorar las cosas pero que nada han mejorado.

EN ESTOS casi tres años ya podían haberse encauzado muchos barrancos, creado diques, construido esclusas, mejorado alcantarillados y realizado mil obras más por todo Castellón, Valencia y Alicante. Pero la conselleria encargada del tema ni está ni se la espera. No los busquen. Están ocupados haciendo «nueva política».

*Escritor