Los perros abandonados se están convirtiendo en un grave problema en el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares. Durante el pasado mes de noviembre y los primeros días del mes de diciembre los guardas rurales del Consorcio río Mijares han detectado la presencia de 6 perros abandonados diferentes campeando libremente por diversos parajes de la desembocadura como son la Gola norte ubicada en el término de Almassora (Castellón) y la Gola sur del término municipal de Burriana (Castellón).

Ninguno de los animales localizados llevaba algún elemento distintivo como por ejemplo un collar que permitiera especular sobre un posible escape.

Los mismos perros han sido detectados a lo largo del Paisaje Protegido de la desembocadura en ubicaciones diferentes. La guardería del Consorcio está teniendo verdaderos problemas para sacar a los animales de la zona protegida.

Diferentes casos // Algunos de estos perros corresponden a razas de caza que se internan entre la vegetación para buscar alimento como es el caso de varios perros podencos. «En esta ocasión la diferencia con otras situaciones similares de perros sueltos por la desembocadura del Mijares ha sido que hemos encontrado algunos animales de razas potencialmente peligrosas. El último caso ha ocurrido en la zona de la desembocadura donde comprobamos que dos perros se escaparon de alguna de las parcelas de los Alters. Uno de ellos cogió con la boca la caña de un pescador. El hombre intentó recuperarla pero el perro le mordió. La casualidad hizo que en ese preciso momento pasara por allí con motivo de la ronda de vigilancia y pudimos ayudar al pescador asustando al perro. Nosotros conocemos los perros y pudimos localizar el propietario. Poco después llegó una patrulla de la policía local de Almassora (Castellón) para hacerse cargo del caso», indicó un miembro de la guardería rural del Consorcio.

Según las mismas fuentes el pescador iba acompañado de un niño que afortunadamente no sufrió ningún daño por parte del perro huido.

Fauna vulnerable a la presencia de perros asilvestrados

La mayoría de las razas detectadas por los guardas del Consorcio corresponden a perros de caza asilvestrados sin ningún tipo de distintivo que se dedican a campear río arriba y río abajo, probablemente en busca de alimento. En la actualidad existe un grupo de fauna muy vulnerable a la presencia de los perros como son las anátidas, entre otras especies encontramos los azulones, cucharones y cercetas comunes.

La mayoría de las aves mudan la totalidad de sus plumas al menos una vez al año. Suelen iniciarla a principios del verano y la finalizan en otoño o incluso en invierno. Una característica de las anátidas en cuanto a la muda es que pierden de golpe las plumas primarias y otras necesarias para el vuelo. Esto significa que mientras crecen plumas nuevas son incapaces de volar y por lo tanto se encuentran en una situación muy vulnerable a la presencia de perros asilvestrados hambrientos especialistas en la caza.