La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvo ayer en Valencia al expresident de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana en una investigación por delitos de cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación. La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia y por la Fiscalía Anticorrupción, está centrada en adjudicaciones «sospechosas» del Gobierno valenciano en la época de Zaplana (1995-2002) por las que un grupo de empresarios podría haber pagado en torno a diez millones de euros.

Están bajo sospecha, en concreto, las adjudicaciones de las ITV y del plan eólico. Entre los detenidos están también Vicente y José Cotino, empresarios y sobrinos de Juan Cotino, exdirector de la Policía, esconseller y expresidente de Les Corts Valencianes y quien en breve será llamado a declarar ante el juez en calidad de investigado junto a la mujer del propio Zaplana, Rosa Barceló, así como la secretaria personal del exministro, Mitsuko Henríquez, imputadas también en la causa, según fuentes policiales.

Los agentes se han interesado por la documentación relacionada con la empresa Proyectos Eólicos Valencianos SA, filial de la firma Sedesa, propiedad de Vicente Cotino, uno de los empresarios juzgados recientemente por la trama valenciana de la Gürtel.

Otro de los arrestados ayer martes fue la persona que ejerció de jefe de Gabinete de Eduardo Zaplana en la Generalitat valenciana y posteriormente presidente del club de baloncesto Estudiantes, Juan Francisco García. Además, la Guardia Civil ha detenido al que fuera director del Centro de Desarrollo Turístico (CDT) de Benidorm y posteriormente director de Relaciones Institucionales de Terra Mítica, Joaquín Barceló Llorens, y a su mujer, Felisa López.

COBRO DE COMISIONES // Los investigadores creen que los empresarios habrían pagado por esas adjudicaciones, pero son cautelosos a la hora de atribuir a Zaplana el cobro de esas comisiones. La operación se desencadenó a partir de la repatriación de parte de ese dinero, que presuntamente estaba oculto en paraísos fiscales, como es el caso de Panamá y en otros lugares, entre los que se baraja Uruguay, de manera que la conexión de esas cantidades con actividades presuntamente delictivas cometidas en la etapa de gobierno de Zaplana abre la posibilidad de levantar la prescripción de esos delitos.

La detención de Eduardo Zaplana se produjo a primera hora de la mañana en su domicilio de València. Los agentes registraron la vivienda durante horas y después se trasladaron a su casa de Benidorm con el mismo propósito. De su casa de València los agentes sacaron varias cajas con material y en su garaje intervinieron dos turismos de alta gama y además con matrícula reciente, mientras que la operación sigue abierta y no se descartan más arrestos en los próximos días.

Ya entrada la noche, los registros en la residencia benidormí, situada a las afueras de la ciudad, en la zona de poniente, continuaban en presencia del expresident y en medio de una enorme expectación a las afueras de la vivienda por parte de los medios.