El verano arranca con fuerza en clave turística con el repunte de las reservas de última hora para una ocupación que oscila entre el 85 y el 90% en este «primer fin de semana fuerte de la temporada alta» que, no obstante, cuelga el no hay habitaciones en más de un hospedaje de la provincia. Lo avanzó el Patronat Provincial de Turisme esta semana y lo confirman desde la patronal y los establecimientos. Francisco Ribera, director del Gran Hotel de Peñíscola y presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de la Ciudad en el Mar, explicó ayer que están «a tope», con un «cliente vacacional, que estará cinco o seis noches mínimo y que, en muchos casos, se ha esperado a las ofertas last minute, con el destino elegido».

Ribera, que aseguró que «este año, la preservas ha ido peor que en los anteriores, pero se ha recuperado en los últimos días, con un inicio de julio que ha ido mejorando los índices de ocupación y que, en algunos sitios, roza el lleno o lo consigue». Es el caso del hotel Intur Orange, de Benicàssim, donde este fin de semana «no hay habitaciones libres», según consultó ayer Mediterráneo. En el Bersoca, «casi lleno».

Y es una tónica que irá a más conforme avance julio. «Esta primera quincena es el arranque, y estaremos cerca del 90%, pero a partir del 15 hasta finales de agosto, este porcentaje se elevará hasta el 95%, según las previsiones», según Carlos Escorihuela, presidente de la patronal provincial, Ashotur, que incidió en que «se rozará el lleno en agosto, con un turista nacional fiel y el internacional asentándose».

Playas a tope, con temperaturas que llegaron a los 30º según la Agencia Estatal de Meteorología en la capital, Benicàssim, Orpesa y Peñíscola y que hoy se prevén al alza; y terrazas que, en las horas punta, prevén colas, con un goteo de clientes durante todo el día. Y un verano que no acaba más que empezar y que este año «nota que España no haya pasado el Mundial», señaló Ribera.