Una investigación internacional colocó dispositivos GPS en aves que navegan a la deriva sobre la zona de las Columbretes, además de en Mallorca y Menorca, para medir las corrientes superficiales y los vientos locales del mar balear, según un estudio publicado ayer en Scientific Reports.

Para el estudio, liderado por Antonio Sánchez-Román, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-UIB), en colaboración con la Universidad de Grenoble (Francia) y la de Universidad de Washington (EEUU), además de la organización ecologista SEO/BirdLife, se geolocalizaron 75 ejemplares de pardela cenicienta (Calonectris diomedea) mientras estaban en reposo, un comportamiento denominado rafting.

Hasta ahora, las corrientes superficiales del mar balear se estudiaban cruzando los datos registrados por boyas, radares costeros de alta frecuencia y datos obtenidos por satélite. La nueva investigación sugiere que los desplazamientos de las aves ofrecen una información «igual de fiable» que la recogida por dispositivos tecnológicos. El estudio constata que este tipo de aves pasan el 10% del tiempo en rafting y el resto en viajes de búsqueda de comida, alimentación, incubación y cría de pollitos. Los expertos defienden que el uso de aves marinas supondría un considerable ahorro energético y económico, pero, además, permitiría conocer más datos sobre el reposo de las aves en la superficie del mar.