De la fontana pura y escondida

llegó a mi seco corazón la vena

del manantial sonoro, que, entre flores,

canta a la primavera.

La luz que silenciosa se aproxima

los sentidos despierta,

y resplandece todo ante mis ojos

igual que el cielo en la mañana nueva…

Iba por mi camino

con la mirada ciega,

dormido en mi ansiedad; y no pensaba,

de tanta sed mi voluntad sedienta,

que el manantial se abría,

cantarín, a mi vera.

Mientras no hallé el amor

no supe lo que vale y lo que cuesta;

tener el alma, como rosa viva

para la brisa, abierta,

sentir el ansia insospechada y suave

de diluirse y anegarse en ella;

ver en la noche clara

procesiones de estrellas,

y cantar sollozando los eternos

ritmos de su endechas;

ir por la vida tan gozosamente

como va el ave en el azul suspensa

como el rayo de la luz encabalgada,

como el agua en la acequia;

todo sonrisa, claridad y trino,

todo esperanza y virginal promesa,

y llevar en las manos alegrías

para dejar en el camino siembra…

¿Qué importa este dolor

Huidizo de la espera,

Y este vivir, muriendo, atenazados

De la sonrisa ajena…?

Todo el amor lo puede;

Suprema ley que todo lo gobierna,

y pone una obsesión de mansedumbre

sobre el áspero roce de las penas…

No hay choza, ni palacio,

ni rincón en el bosque que no tengan,

en el calor de su regazo, nidos

para la carne nueva;

ternuras y cantares como preces;

caricias y temblores como sedas;

y un morir y vivir crucificados

sobre el nido y la cuna; y una quieta

melodía de luz, que canta al viento

su cadencioso madrigal de estrellas…

LOS VERSOS

Ya es sabido que hasta el 2 de marzo de 1793, la Fiesta de la Magdalena y especialmente su entrañable Romería, se celebraba el tercer sábado de Cuaresma. A partir de esa fecha, ya tendrá lugar siempre en domingo. Y los castellonenses, con la brillante luz de la alborada, acudimos hasta la plaza Mayor para recoger la caña, con el pañuelo bien puesto en el cuello y acudimos juntos en auténtica manifestación popular hacia la ermita blanca y el Castell Vell.

Pero hay, claro, otra fecha singular que todos recordamos. Me refiero al mes de marzo de 1945, donde tantas cosas empezaron. Entre las cosas que cuajaron, y fueron muchas, hay que recordar al conocido Certamen Literario y su Flor Natural.

Y hoy es el sábado donde todo empieza a florecer y tendrá lugar una nueva edición de la Cabalgata del Pregó, la vespra de la festa.

LA FLOR NATURAL. Y se huele dese hace unos días las literaria Flor Natural, poesía en versos. Su primera convocatoria ya fue espectacular, diría que grandiosa, otro gran principio.

Y es que se convocaba para la Flor Natural, pero también para la Rosa d’Or, Rosa d’Argent, Premi IV y Premi V. con otros muchos Premios Extraordinarios, para los que colaboraban singulares instituciones de carácter Civil, Militar, de la Diputación, del Movimiento, del Obispado de Tortosa, de la Sociedad Castellonense de Cultura, incluso de los Sindicatos Laborales.

La estrella de todos los premios era como es de suponer la Flor Natural. El ganador fue Manuel González Hoyos, director del Diario Montañés, de Santander. En aquel entonces, el alcalde de Castellón era don Benjamín Fabregat Martí y el presidente de la recién creada Junta Central de Festejos de la Magdalena, con José Miazza Bueso, concejal.

En un día tan señalado para Castellón como es el de hoy, cuando el profesor José Juan Sidro nos ha permitido recordar un acontecimiento como el de nuestro primer Certamen.

Los versos ganadores los tituló su autor Canto al amor, bajo el lema de Humildad.