La figura del fijo discontinuo toca máximos en Castellón por el alza de la hostelería

El mercado laboral no es solo blanco y negro. Si hasta ahora los contratos temporales y los indefinidos representaban sus dos caras mayoritarias, a esta clasificación hay que sumar una nueva modalidad que en Castellón crece con fuerza, los trabajadores fijos discontinuos. Se trata de profesionales que trabajan solo en los periodos en los que su empleador requiere de sus servicios y que el resto del tiempo permanece en el paro. Una modalidad que abunda en sectores como la hostelería y la agricultura, pero también en la educación y cada vez más en la industria, y que en la provincia toca máximos.

Que los trabajadores fijos discontinuos se han disparado es algo que demuestran las últimas cifras que maneja el Ministerio de Trabajo. En Castellón ya son 11.336 los asalariados con este tipo de contratos (datos del pasado mes de febrero), un 13% más que en el mismo mes del 2018, cuando la cifra ascendía a 10.059. Pero es que, además, desde el 2008 han aumentado en 3.436 profesionales, lo que significa que esta modalidad se ha disparado por encima del 43%. Ninguna otra figura contractual ha crecido tanto en este periodo, lo que evidencia hasta qué punto ha sido un boom en las empresas. Un dato, mientras los indefinidos a tiempo completo se han desplomado y en la provincia han pasado de los 107.506 del 2008 a los 84.074 de ahora, los fijos discontinuos no han parado de aumentar.

DERECHOS Y ANTIGÜEDAD // Pero, ¿qué diferencia a un trabajador indefinido discontinuo con uno temporal? El primero trabaja durante los meses en los que se concentra el empleo en el sector y, cuando se terminan, se van al paro para reincorporarse en la siguiente temporada alta. Su contrato no tiene fecha de finalización, por lo que si es despedido cuenta con todos los derechos de un indefinido, entre ellos, las cuantías de la indemnización por despido. Como el resto de contratos, pueden ser a tiempo completo o parcial y cotizan a la Seguridad Social por las horas trabajadas. Son, por tanto, trabajos de más calidad que los temporales. «Esta modalidad contractual es muy común en el sector turístico y el de las colectividades, sobre todo, en comedores y transporte escolar», describe Javier Porcar, secretario general de la Federación de Servicios de CCOO de Castellón, quien asegura que a la mayoría de los fijos discontinuos les gustaría trabajar durante todo el año. «Lógicamente, cuando están en el paro sus ingresos son menores que cuando se encuentran trabajando», añade.

El auge de la hostelería no basta para explicar por qué la figura del fijo discontinuo ha aumentado tanto. Los sindicatos aseguran que puede haber otros motivos y apuntan a que, con la crisis, muchas empresas de la provincia prescindieron de parte de sus trabajadores y los han vuelto a contratar como fijos discontinuos, dado que esta figura otorga flexibilidad al empresario. Y otro apunte más, más de la mitad de los profesiones contratados bajo esta figura son mujeres, que suelen tener mayor presencia en las modalidades más precarias.