La finca Les Ermites, donde pasta la ganadería de Daniel Ramos, vivió este viernes su tradicional herradero de los becerros nacidos este año. Una faena campera que se ha convertido ya en todo un acontecimiento social y festivo por la cantidad de aficionados que se congregan, además de personajes de distintos ámbitos atraídos por los atractivos que siempre suscita una jornada en plena naturaleza y tan cercana a los animales.

El herradero tuvo un significado especial y un mensaje emotivo al cumplirse una década desde que Daniel Ramos emprendiera este sueño, que echó raíces y creció en su Borriol del alma, que tan arraigado le ha tenido siempre y por el que tanta veneración siente, tanto por sus costumbres como por sus gentes. Diez años hace ya de aquel primer herradero, de aquellas primeras ilusiones de un joven romántico que se ha volcado de pleno en un proyecto que, con esfuerzo, afición y cartera, está logrando consolidar. Y no sin el apoyo de su familia y amigos, a quien el ganadero agradeció en un sentido y emotivo homenaje. Tres fueron las placas que entregó para inmortalizar su agradecimiento: a su amigo Vicente Canelles, a sus incondicionales del Círculo Taurino de Borriol, a su mayoral Manuel Orellana y como no, a su esposa, Yolanda Villalonga, y sus hijos, Hugo y Héctor, quienes ya empiezan a seguir los pasos de su padre.

El herradero

Un total de 84 becerros fueron herrados en la jornada de ayer, divididos a partes iguales entre machos y hembras. Las labores se iniciaron después del matutino almuerzo, que como viene siendo habitual, ofreció una degustación variada de las típicas cocas de la tierra. No faltó el guiño a la tradición al herrar varios becerros a la antigua usanza, a mano. El propio Daniel dirigió junto a su mayoral la labor, que compartió con sus hijos y algunos amigos que no dudaron en tomar los hierros para marcar a fuego los números, hierros distintivos y el guarismo 9, correspondiente al año de nacimientos de los becerros, el 2019. La jornada concluyó con dos paellas valencianas para el casi centenar de asistentes, alargándose la velada con flamenco, tan del gusto del ganadero, que celebró un aniversario feliz.

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