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ENTREVISTA DEL DOMINGO

Michavila: «Para retener y captar talento la UJI debe mimar a los investigadores»

El rector honorífico de la UJI y consejero de Educación de España ante la OCDE señala que "el crecimiento de contratados frente a funcionarios hace la universidad más barata, no más ágil"

Michavila: «Para retener y captar talento la UJI debe mimar a los investigadores»

La universidad en general y la UJI en particular han sido su casa, y ahora que es consejero de Educación en la delegación permanente de España ante la OCDE, la Unesco y el Consejo de Europa desde París, el rector honorífico de la Jaume I, Francesc Michavila (Castelló, 1948), regresa a la capital para dirigir, un año más, uno de los cursos estrella de la nueva Universitat d’Estiu, el que debatirá del miércoles al viernes sobre El talento que necesitan las universidades- Retenerlo, atraerlo y recuperarlo, con expertos de media España y Europa de una educación superior en la que se mueve como pez en el agua. Será en El Palasiet, con la inauguración a cargo de la rectora de la Jaume I, Eva Alcón.--¿Cuál es este talento que necesitan los campus españoles?

-La primera necesidad es cubrir los huecos debidos a las jubilaciones. En el periodo 2018/2027 se jubilarán, como mínimo, más de 16.000 catedráticos y titulares de universidad. La edad media del profesorado del sistema universitario español ha aumentado mucho en los pasados decenios. El 50% de los catedráticos tienen hoy más de 60 años, y el 93% más de 50. Los titulares mayores de 50 años son el 67%. Hacer ese reemplazo sólo significaría no retroceder, que la plantilla tuviese una evolución vegetativa. Pero el momento actual de las buenas universidades está caracterizado fundamentalmente por dos variables: la calidad de su producción científica y de sus publicaciones y las colaboraciones internacionales que mantiene. Para cumplir con estos objetivos es necesario añadir nuevo talento, talento con capacidad de liderazgo.

--El curso tiene diferentes miradas, desde las de los rectores, responsables de áreas más técnicas, de Castellón, toda España, Europa, empresas -sector privado-. ¿Cuál es el objetivo?

-En el curso participarán profesores y responsables de 34 universidades (europeas, sobre todo españolas, y latinoamericanas) y de casi 20 organismos dedicados a la investigación y la evaluación de la actividad universitaria. El objetivo principal es intercambiar entre los más de 110 participantes inscritos buenas prácticas académicas y conocer innovaciones que se llevan a cabo. Definir prioridades y analizar la realidad, mediante visiones complementarias y plurales.

--Y, en clave Castellón, ¿qué tipo de talento debe atraer, retener o recuperar la UJI? Es una de las prioridades de la rectora.

-Para responder con acierto a esa pregunta, la Universitat Jaume I debe plantearse previamente las siguientes: «¿En qué campos quiere la UJI ser referente y conocida, y cuáles han de ser sus prioridades emergentes en investigación?» y «¿cómo llevar a la práctica una forma activa de educar y formar a sus estudiantes?».

--¿En qué área hacen más falta, en la científica, jurídico-económica, humanística o de salud?

-En todas, pero de manera diferente de unas a otras, a causa de los grados de experimentalidad distintos y de la antigüedad de los grupos de investigación, o sea de su consolidación, en la universidad. Pero siempre combatiendo cualquier exceso de localismo. Debe mencionarse que la universidad española es la que menos profesores extranjeros tiene de toda la Europa occidental. Sólo el 1,8% de los profesores lo son, cuando, por ejemplo, en Portugal son el 3,5% o en Italia el 3%.

--Los docentes en general y los catedráticos e investigadores de élite que empezaron en la universidad se van haciendo mayores, y el Ministerio impuso años atrás una reducida tasa de reposición. ¿Han supuesto un bloqueo en la captación de talento? Las universidades no tienen poder de contratar pese a su autonomía…

-En una conferencia que pronuncié en Hannover hace dos años, en un Congreso sobre cómo favorecer la creatividad en las universidades, analicé que aspectos de la autonomía universitaria favorecían más la excelencia de las instituciones en los países europeos. Obtuve un resultado interesante: el impacto de una mayor autonomía en la gestión de los recursos humanos tenía un coeficiente de correlación con la excelencia universitaria similar al correspondiente al crecimiento de los recursos disponibles.

-España en general y Castellón también han sufrido una importante fuga de talentos, en todos los campos, pero sobre todo en el área científica. ¿Qué se puede hacer para retornarlo? ¿Y para que no se vayan?

-Esa fuga fue especialmente importante en el caso de los jóvenes con vocación docente e investigadora universitaria. En ella se reflejó la diferente actitud política ante la crisis económica de unos países a otros; así, en el período 2011-2015 los presupuestos universitarios se recortaron en España el 13% mientras que, por el contrario, el valor medio de tal magnitud creció el 12% en los países de la OCDE. Para que no se vayan, lo primero que debe hacer la universidad es mimar a los buenos investigadores. No sólo con palabras bonitas, sino con dotaciones y equipamiento para la investigación. Para que retornen, la universidad ha de favorecerlo reduciendo los obstáculos actuales: salariales, trabas burocráticas y escasos medios investigadores que puedan utilizar quienes vuelven.

--¿Qué capacidades debe tener la universidad en general y la UJI en particular para ser tractora de esos perfiles? ¿Cómo crear canteras de nuevos docentes e investigadores en la universidad si no es posible ir subiendo en la escala? Le ha pasado a 140 docentes de Castellón, afectados por las tasas de reposición de la etapa de recortes del 2012…

-En el último decenio la universidad española ha sufrido un proceso claro de precarización. Los asociados superan en la actualidad el 60% de los contratados. Es un mito que el crecimiento de profesores contratados en detrimento de funcionarios hace más ágil a la universidad española. No, la hace más barata.

--Se están ejecutando ya algunas acciones políticas para conseguirlo. ¿Son suficientes?

-Nunca es suficiente y nunca se puede dar por acabada esa tarea. Es como si a quienes se ocupan, o nos hemos ocupado, de ella nos correspondiese hacer de Sísifo en la actualidad.

--¿Y qué dice del sector privado? ¿Debería colaborar también… tanto que se habla de transferencia?

-Queda todavía mucho por hacer. Sólo el 13,4% de las empresas europeas que tienen más de 10 trabajadores cooperan con las universidades. En España la cifra es aún menor. Tal colaboración con las empresas sólo cubre el 5,7% de los gastos de I+D universitarios. Hay que desarrollar doctorados industriales, ahora casi inexistentes, consolidar el sexenio de transferencia, aún incipiente, entre otras iniciativas.

--¿Hay ecosistemas de educación superior donde mirarse, como ejemplos de buenas prácticas en este tema?

-Siempre es bueno tener referentes a los que parecerse. En la UE se puede mencionar a Países Bajos, cuyo sistema universitario es muy bueno y convendría emular cuanto se pueda. Francia siempre fue un referente para la ciencia y la universidad española es también mejor, pero ahora cabe calificarla sólo de «algo mejor».

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