Cuando una empresa se va a pique se hunde mucho más que un negocio. Arrasa con todo. Con los trabajadores, con el barrio o el pueblo en el que se ubica la compañía, con el bar en el los empleados van a tomar café... Eso fue lo que ocurrió entre 2008 y 2014 en Castellón, cuando decenas de negocios se fueron a pique y abocaron al paro a miles de empleados. Hoy las cosas han cambiado radicalmente y el tejido empresarial sigue ganando efectivos. La novedad es que lo hace a toda velocidad, hasta el punto de que durante la primera mitad de este año, en Castellón se han creado 732 nuevas empresas. O dicho de una manera más clara: una media de 30 a la semana.

Las últimas estadísticas de la Tesorería General de la Seguridad Social revelan que Castellón cuenta en estos momentos con 19.746 empresas con trabajadores a su cargo (en esta cifra no están los autónomos personas físicas, que en la provincia son 23.057), 732 más que a finales del año pasado. Y eso significa que en apenas seis meses la cifra de compañías ha aumentado casi un 4%, como también lo ha hecho el número de trabajadores por cuenta ajena, que por primera vez supera los 185.000.

La estadística construye un panorama positivo. Y todo pese a la incertidumbre política y a la sensación de que se avecina un cambio de ciclo económico. Pero, aun así, las empresas que se crean son mucho más numerosas que las que se dan de baja y el tejido empresarial sigue ganando músculo. De hecho, y tras el acelerón de los últimos años, Castellón ya tiene prácticamente las mismas compañías que antes de la crisis. En 2008, el número de empresas por cuenta ajena inscritas en la Seguridad Social eran 20.007, apenas 261 más que ahora. Un dato al que contribuye también el hecho de que las compañías que se asientan en la provincia superan a las que se van. En seis meses, y como publicó ayer Mediterráneo, han cambiado de domicilio a Castellón 26, mientras que se han ido 19. Todo suma.

negocios que están de moda // Detrás de este nuevo empuje destacan dos sectores que en la provincia son los verdaderos artífices de la creación de empresas. Y, sorprendentemente, ninguno es el comercio o la hostelería. En Castellón, la actividad más dinámica durante esta primera mitad del año ha sido la agricultura, cuyas empresas han aumentado un 6%, desde las 1.079 de diciembre del 2018 a las 1.144 al cierre del pasado mes de junio. ¿El secreto? Los operadores de agricultura ecológica, que en la provincia no paran de crecer hasta alcanzar los 270. Todo un récord.

La agricultura parece que vuelve a chutar y otro sector que también acelera es la construcción. Castellón ha cerrado la primera mitad de año con 1.966 empresas vinculadas al ladrillo, un 5,9% más que seis meses antes, cuando eran 1.855. El epígrafe incluye compañías constructoras, pero también empresas de fontanería, electricidad, carpintería o pinturas, así como compañías dedicadas a la ingeniería civil.

Más empresas de la construcción, más negocios vinculados a la agricultura y también más compañías de servicios, una actividad que engloba desde el turismo, el comercio, las agencias inmobiliarias o las nuevas tecnologías y que supone el 75% de las empresas de la provincia. Y su peso cada vez es mayor. Nada menos que en los diez primeros meses de este año, Castellón ha sumado 573 nuevas compañías, un 4% más. Bares y restaurantes, negocios de estética y academias de enseñanza lideran el ránking de actividades con más dinamismo.

La industria, en cambio, está en horas bajas. En los seis primeros meses del año, Castellón ha perdido 11 empresas industriales, desde las 1.947 a las 1.936. Puede ser un pequeño temblor y no un terremoto, ya que las fábricas no han dejado de crecer y crear empleo desde hace varios años. Empleo, además, de calidad. Pero hay quien alerta de que la provincia se escora hacia una economía basada en los servicios, sobre todo en el turismo.