Los visitantes más molestos del verano en Castellón dan una pequeña tregua, especialmente en destinos costeros. El tiempo seco y caluroso de las últimas semanas, unido a la escasez de lluvias copiosas, ha reducido las circunstancias propicias para la multiplicación de los mosquitos, ya que las larvas necesitan fundamentalmente de aguas estancadas como caldo de cultivo.

Aún así, las autoridades no bajan la guardia, porque en cualquier momento puede haber chubascos fuertes --algo muy factible cuanto más se acerca el otoño--, por lo que la presencia de los insectos podría llegar a alargarse hasta bien avanzado el último trimestre del año. Una circunstancia que ya se dio en el 2018, y que fue fuente de molestias en numerosas localidades.

La Diputación tiene en marcha el plan de prevención, que ayer se ejecutó en Peñíscola, cuyo principal foco de crecimiento está en la Marjal. Los técnicos recorrieron diversos puntos de la zona húmeda, y aplicaron los tratamientos biológicos previstos para impedir que las larvas eclosionen.

Por el momento, en esta localidad turística, y lugar de referencia del turismo de Castellón, la red de acequias registra una escasa actividad, aunque en algunos puntos, como las inmediaciones de campos de cultivo, hay aguas estancadas en las que fue necesario fumigar. Uno de los productos empleados fue Vectobac, cuyo ingrediente activo es una bacteria que ataca a las larvas, e impide su crecimiento sin afectar a la vegetación, y es inocuo para otros animales y personas.

OTROS MEDIOS / Dentro del operativo dispuesto por la administración provincial, otras herramientas son los medios aéreos. Está contemplado el uso de drones, tanto para la inspección de zonas poco accesibles por transporte terrestre, como a la hora de aplicar tratamientos. María Jiménez, diputada de Medio Natural, destacó el «gran trabajo que han realizado los técnicos de la casa» para conseguir la autorización pertinente en estos casos.