El congreso que celebra cada dos años la Asociación de Técnicos Cerámicos (ATC) es un buen termómetro para calibrar qué cuestiones preocupan al sector azulejero y cuáles son los retos que tendrán que afrontar tanto las empresas como los profesionales que trabajan en las mismas. La cita de este año, que será la decimoquinta de la historia de la entidad y tendrá lugar los días 7 y 8 de noviembre en la FUE-UJI, buscará respuestas a dos de las grandes dudas que el clúster se verá obligado a resolver de forma inminente: cómo afectará al empleo la transformación digital y cómo será la transición hacia una industria más limpia y menos dependiente del gas.

El presidente de la ATC, Juan José Montoro, tiene claro que los cambios vinculados a la consolidación de las nuevas tecnologías «provocarán la desaparición de muchos empleos manuales». No obstante, afirma que si los técnicos son capaces de adaptarse a estas transformaciones, también habrá oportunidades: «No creo que se produzca una reducción importante de los puestos de trabajo. Se crearán otros que requerirán de nuevas habilidades digitales y de gestión de procesos más eficientes».

En este sentido, uno de las ponencias más esperadas será la que impartirá José Baena, responsable regional de márketing de la empresa japonesa Omron Electronics, especializada en automatización industrial.

TRANSICIÓN ENERGÉTICA // El otro gran bloque del congreso de los técnicos cerámicos será el de la transición energética, otra cuestión que no solo atañe a las compañías, sino que implicará cambios en el día a día de los operarios. Montoro se muestra convencido de que la descarbonización de la industria cambiará los procesos de trabajo, y también cree que el sector azulejero tendrá que acometer en los próximos años una transición para reducir su actual dependencia del gas. Este tipo de energía es imprescindible para el actual proceso productivo, de ahí que la patronal Ascer tenga tanto interés en lograr una reducción de los peajes.

No obstante, la transición energética, que ya se ha iniciado con la implantación por parte de muchas empresas de plantas fotovoltaicas, se consolidará en pocos años. «El aumento del uso de la electricidad es la opción mientras se desarrollan tecnologías sustitutivas de los hornos con gas, como los eléctricos o los proyectos de cocción por láser», explica Montoro, que también cree que en un futuro cercano también cambiarán las materias primas usadas.