Las protestas en Cataluña derivadas de la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes del procés ya tienen consecuencias para un sector castellonense, el del transporte, cuyo paso por Cataluña es ineludible en el tránsito a la frontera francesa y al resto de Europa. Hasta ahora, y durante toda la semana, las afectaciones han sido puntuales, pero ya hay profesionales que han entregado tarde los envíos y que han decidido evitar esta región hasta que la situación se calme. No obstante, el clima tenso que se vive no tiene visos de aplacarse en las próximas horas y, sin ir más lejos, para mañana hay convocada una huelga que podría empeorar la situación.

El secretario general de la Asociación Empresarial de Transportes de Mercancía de Castellón, Ignacio Riu, explicó que hasta ayer la situación se había caracterizado por la «imprevisibilidad» de las protestas que, no obstante, considera que están coordinadas, ya que los manifestantes no solo cortan vías principales sino que también provocan «restricciones estratégicas en las carreteras nacionales y las comarcales». El resultado son cortes y retrasos azarosos, lo cual dificulta la posibilidad de establecer rutas alternativas.

MARCHAS LENTAS

Las marchas lentas que inició ayer la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y que prevén llegar a Barcelona mañana viernes, coincidiendo con la huelga convocada por varios sindicatos soberanistas, implican cortes en dos carreteras claves para el transporte provincial: la N-340 en Tarragona, donde la afectación es en dirección norte, y la AP-7 en Girona, con imposibilidad de circular con normalidad en sentido sur.

LOS CÍTRICOS, EN VILO

Los sectores más afectados en la provincia, al ser los más exportadores, son el azulejo y los cítricos. En este último caso, al estar al inicio de la campaña, los envíos hacia Europa son todavía escasos. No obstante, desde la patronal castellonense Asociex explicaron ayer que si la situación continúa tensa las complicaciones sí pueden ser importantes. «Cualquier vía alternativa a pasar la frontera por la Junquera (Girona) encarece mucho los envíos, por lo que resultaría prácticamente inviable», explicaron a este diario fuentes de la entidad. En el caso de las mandarinas, además, se suma el hecho de que es una mercancía perecedera, con lo que los retrasos prolongados empeoran la calidad del producto. Los exportadores ya se enfrentaron a una situación similar la campaña anterior, coincidiendo con las protestas de los chalecos amarillos.

Con todo, el transporte estará muy pendiente de lo que ocurra durante la huelga de mañana no solo por las afectaciones que se puedan producir, sino porque dará pistas del cariz que puedan tomar los acontecimientos.